Un peligroso récord del paro
El número de parados registrados en las oficinas de los servicios públicos de empleo -el antiguo Inem- subió en 128.242 desempleados en octubre, un 2,7% respecto a septiembre, lo que situó la cifra total de parados en 4.833.521 personas, su nivel más alto en toda la serie histórica comparable, que arranca en 1996. La subida del desempleo en octubre, mes en el que históricamente suele aumentar el paro, es la tercera consecutiva tras la de agosto y septiembre y el tercer peor registro en este mes dentro de la serie tras los de octubre de 2008 (+192.658 desempleados) y octubre de 2011 (+134.182 parados). En este sentido, la secretaria de Estado de Empleo, Engracia Hidalgo, destacó que el alza de octubre, aunque no puede considerarse un buen dato, es inferior al del año pasado, con lo que se encadenan cinco meses en los que el paro se ha comportado mejor que en 2011. Y es que, como los números lo aguantan todo, el que no se consuela es porque no quiere. Pero la realidad es cruda: desde octubre de 2011 el desempleo se ha incrementado en 472.595 personas, un 10,84%. Si a esta cantidad le restamos los incrementos del paro de noviembre de 2011 (+59.536) y diciembre de 2011 (+1.897) todavía imputables al Gobierno de Zapatero pues resulta que el nuevo Gobierno de Rajoy no sólo no ha logrado frenar la sangría del paro sino que en sólo 10 meses ha incrementado la cola del paro en 411.162 personas. Una cifra que es una barbaridad y, lo que es más grave, va camino de llevar a Rajoy a que se convierta en el primer presidente del Gobierno que tenga registradas a más de 5 millones de personas en las listas del paro. Todo un fracaso para quien hizo del empleo su gran promesa electoral al considerar que “el empleo es la mejor política social”. Sólo diez meses después, y a pesar de la criticada reforma laboral, el paro sigue campando a sus anchas para un Gobierno y un partido que vieron la crisis mucho antes que nadie -a principios de 2008-, pero que cuatro años después siguen dando los mismos tumbos que daban el Gobierno de Zapatero y el PSOE en los años de atrás. El PP y Rajoy generaron una gran confianza en la sociedad española y de ahí no sólo la amplia mayoría del PP en las elecciones del 20-N, sino también el batacazo del PSOE, que bajó al mínimo de apoyo electoral. Pero se perdieron más de tres años de gestión al estar llenos de bronca política. El PP no apoyó en ninguna de las medidas de ajuste de ZP y ahora ha tenido que poner en marcha algunas medidas similares y otras más duras. Pero seguimos atollados en el fango de la recesión y en medio de una gran conflictividad social. Ahí, a la vuelta de la esquina, una nueva general, que tampoco ayudará a generar confianza e inversión, sino todo lo contrario. Vamos por mal camino... aunque la ministra Fátima Báñez ya ve síntomas de recuperación. ¿Será otro espejismo como los brotes verdes de Zapatero?
Publicado el 9 de noviembre de 2012 a las 10:00.