‘Sí se puede’
Es el grito de guerra en los recintos deportivos, incluso cuando sólo hay una mínima opción de victoria. Sólo algunas veces sale bien, pero siempre se pone toda la carne en el asador en busca del éxito. Viene esto a cuento porque ya desde hace unas semanas tenía el guión de este artículo, convencido de que Spórting de Gijón y Villarreal serían los que acompañarían al Rácing de Santander a 2ª División. Estos equipos han tenido una trayectoria similar a la del Zaragoza y Granada, incluso que el Rayo que pasó de una primera vuelta espectacular a una penosa segunda vuelta, pero no cambió de entrenador. De los tres que descendieron dos han tendio tres entrenadores (el Rácing echó primero a Héctor Cúper, luego a un trío de técnicos de casa y terminó con Álvaro Cervera; y el Villarreal se cargó a Garrido para fichar a Molina y terminar con Lotina, un experto en descensos a 2ª. El Spórting ‘sólo’ cambió a Preciado por Clemente, pero pasó de un entrenador entregado a la causa a uno muy polémico, que también descendió al Valladolid hace años.
Pero el caso que quería resaltar era el del Zaragoza. Llegó a estar colisa a 12 puntos de la salvación y con un entrenador -Manolo Jiménez- recién llegado para sustituir a Aguirre, que no sólo no era capaz de enderezar el rumbo deportivo sino que decía públciamente tras los partidos que sentía vergüenza de la actuación de su equipo. En medio de este caos y con un presidente -Agapito Iglesias- que no puede ir ni al estadio, se fraguó una unión entre la afición, la plantilla y el entrenador... y ya han visto el resultado: el Zaragoza sigue en Primera. La herencia era pésima -colista, jugadores desmotivados, una afición dividida y un entrenador desbordado-, pero se logró el objetivo. El presidente se apartó, la plantilla y el entrenador ilusionaron a una afición de ‘primera’ y el éxito llegó, tarde pero llegó.
Quizá deberían mirar este caso los políticos. Si las cosas no hubieran estado tan mal probablemente seguiría gobernando el PSOE. Pero la situación estaba muy mal y había un partido que decía haber visto la crisis antes que nadie y tenía soluciones. Ya ven que no.Seguimos la misma cantinela de ajustes, recortes para terminar recortando los ajustes ya hechos y recortados con anterioridad. Vamos, un caos. No se puede vivir con la incertidumbre de nuevos recortes y subidas de impuestos cada viernes. Sólo tocando fondo se puede iniciar la recuperación; ahondando más en en la crisis e improvisando medidas tardaremos en ver la luz al final del túnel. Claro que podemos. Pero hay que remar todos -o la mayoría- en la misma dirección y pactar un línea roja en pensiones, prestaciones del desempleo, sanidad, educación, medicamentos,... que dé igual quién gobierne porque están garantizados unos derechos. Lo que no se puede es decir una cosa en el gobierno y otra en la oposición; gobernar y hacer lo contrario de lo que se promete o exigir a otros lo que tú no hiciste cuando gobernabas. España puede y debe salir de la crisis.
Publicado el 18 de mayo de 2012 a las 09:45.