Las encuestas pronostican una ligera victoria del PP en las Elecciones al Parlamento Europeo del domingo 7 de junio. Pero ya se sabe que las encuestas no son una ciencia exacta y más en unas elecciones donde se prevé una abstención por encima del 60%. En estas condiciones, la victoria en votos va ser por poco margen, aunque el número de eurodiputados entre los dos partidos mayoritarios pueda decir otra cosa. Al ser circunscripción única -todo el territorio nacional-, el PP plantea las elecciones del 7-J como una reválida al Gobierno de Zapatero. Con esta postura, el PP ha arreciado las críticas utilizando como principal argumento la mala gestión de la crisis económica e incluyendo otras ramificaciones para ‘dar caña’ como la utilización de aviones militares para los desplazamientos a los actos de campaña que realiza el presidente del Gobierno. Para el PP estamos en el camino a la apocalipsis, senda que ha marcado la mala política económica del PSOE. Vamos, que de ganar con holgura van a solicitar la convocatoria de elecciones anticipadas. De otro lado está el PSOE, el partido en el Gobierno, que insiste en que ha cogido por los cuernos el toro de la crisis mundial con la adopción de múltiples medidas económicas y financieras que empiezan a dar sus frutos. En abril, se cortó la creciente sangría del desempleo y en mayo ha descendido la cola del paro en 24.741 personas, la primera caída en 14 meses.
Son dos modelos totalmente contrapuestos, donde el Gobierno habla de mantener la política social y las inversiones públicas y el PP defiende recortes en el gasto y una mayor liberalización del mercado de trabajo. ‘Este partido se juega en Europa’, lo dice el slogan del PSOE y tiene toda la razón. Pero quizá también el ciudadano tendría que pensar que no sólo está en juego el modelo de Europa, sino que tiene una cierta trascendencia nacional. De ahí que sería bueno romper con los pronósiticos de la escasa participación para propiciar un resultado claro que despeje el horizonte político. No son unas elecciones primarias, pero qué duda cabe que el resultado marcará el futuro. Y ahora, lo que menos necesitamos es inestabilidad e incetidumbre. El 7-J tiene que dar luz.
Publicado el 5 de junio de 2009 a las 09:00.