La Selección Española ya es el octavo equipo que logra inscribir su nombre como campeona mundial de selecciones nacionales de fútbol. Brasil, Argentina, Uruguay, Alemania, Inglaterra, Italia y Francia nos precedieron en dicho honor.Ha costado décadas y muchos disgustos, pero al final se ha logrado. El camino no fue fácil; íbamos de favoritos, en un grupo muy fácil,... pero a las primeras de cambio derrota ante Suiza, que luego no se clasificó ni para octavos. Desde ‘The Times’ se culpaba a Sara Carbonero por estar detrás de la portería de su novio Íker Casillas, el ex seleccionador Luis Aragonés arremetía contra el sistema, otros criticaban la titularidad de algunos jugadores, otros el doble pivote,.. Pero todos los sectores fueron cerrando filas con las decisiones del ‘capitán’ Del Bosque. España fue encarrilando lentamente el rumbo aunque fuera con resultados angustiosos que no reflejaban el mejor juego. Sara Carbonero dejó de ser un problema, Busquets era elogiado, Casillas volvía a ser ‘San Íker’ y qué decir de ‘Villa maravilla’, Puyol, Piqué, Ramos, los dos ‘Xavis’, Iniesta,.. El final habría sido muy distinto si se hubiera seguido con críticas personales a Íker Casillas y Sara Carbonero, si Luis Aragonés descalificara por sistema a su sucesor, si los jugadores que no han sido titulares o no han jugado un solo minuto hubieran atacado al seleccionador, si cuando un jugador era cambiado se hubiera vuelto contra el entrenador, si se hubieran cuestionado las alineaciones, o si los jugadores que participaron en la clasificación y no fueron a Sudáfrica se hubieran dedicado a sembrar mal ambiente, si en comunidades como Euskadi o Cataluña en vez de presumir de bandera de España se hubiera radicalizado un mensaje independentista contra la Selección,... El que está al mando tiene que tener un amplio margen de maniobra. Al final de su contrato o mandato ya habrá tiempo para juzgarle y renovarle o despedirle. No puede ser que quien mande esté permanentemente en el disparadero. Con todos en el mismo barco, llegó el éxito del grupo. De nada habría valido que Villa hubiera metido 12 goles si se caía eliminado. El camino no fue fácil porque los rivales lo pusieron muy difícil, pero se fueron quemando etapas hasta llegar al éxtasis del gol de Iniesta en la prórroga y a Casillas levantando la Copa de Campeones del Mundo.
La política debería copiar de este ejemplo de aunar voluntades. El éxito no es fácil. España, con el mismo juego y el mismo estilo, pudo no haber llegado al triunfo, ya que estuvo varias veces contra las cuerdas. Pero ahí estuvo la suerte y Casillas parando un penalti a Paraguay o ganando a Robben dos ‘mano a mano’. Así debería ser en la política, un barco con todos remando en la misma dirección en busca del bienestar del país. Mal vamos mientras la campaña electoral empiece al día siguiente de las elecciones o que el único afán sea torpedear las iniciativas de los que están al frente de las instituciones y descalificarles personal y políticamente pidiendo su dimisión. Hay otro camino y beneficia al interés general aunque perjudique al egoísmo de unos pocos. Podemos, vaya si podemos.
Publicado el 16 de julio de 2010 a las 09:15.