León, capital de la democracia
El viernes 13, en el Palacio del Conde Luna, se preguntaba Felipe Llamazares, portavoz de los directivos de los diez clubs leoneses que llevarán allá donde vayan el logo ‘León, Cuna del Parlamentarismo’, qué pasaría en otras ciudades de España y de Europa si tuvieran el gran honor de ser el germen de la democracia. Y era fácil responder la pregunta porque seguro que durante siglos habrían presumido y sacado partido de un hecho de la relevancia histórica de ser el origen de la democracia occidental. “La asignatura pendiente de León es hablar más y defender más lo nuestro”, concluía Llamazares, directivo culturalista. Y tiene razón. Camino ya de los 30 años de profesión en este difícil mundo del periodismo, recuerdo como uno de los mayores fracasos la celebración en 1988 del VIII Centenario de las Cortes de León de 1188. Pasó sin pena ni gloria con actos de segundo nivel y donde ni siquiera se logró la presencia de los Reyes de España en León. Las Cortes de Castilla y León, con su presidente Carlos Sánchez Reyes -del CDS- a la cabeza, no pusieron el empeño necesario para dar a esa efemérides la imporancia que merecía. Las Cortes de 1188 eran un hitó histórico, pero se decía con la ‘boca pequeña’ sin pensar que éramos los primeros y que tenía gran relevancia.
Ocurrió todo lo contrario en 2010. Ese año se cumplía el 1.100 Aniversario del Reino de León y ahí sí León tomó el protagonismo y la celebración fue todo un éxito. Tanto que ahí está el germen de la declaración de la UNESCO del 18 de junio declarando a León ‘Cuna del Parlamentarismo’, en perjuicio de la Abadía de Westminster, donde siempre se creyó que había estado el inicio de la participación del pueblo en los asuntos del Estado. Juan Pedro Aparicio, como comisario del 1.100 Aniversario del Reino de León, y Rogelio Blanco, entonces, director general del Libro con Zapatero en La Moncloa, fueron claves en el duro camino para lograr el título que desde hace unos meses la ciudad luce con orgullo y satisfacción.
Al Ayuntamiento de León que dirige Emilio Gutiérrez, del PP, le toca capitalizar y llenar de contenido aquella iniciativa de “aquel chaval de 17 años que tuvo la sensatez y el acierto de que los representantes de las ciudades participaran por primera vez en la Curia Regia’, tal y como decía el alcalde de León a los deportistas en el acto celebrado el viernes 13 en el renovado Palacio del Conde Luna. Ése es el reto, que este nombamiento no sea flor de un día y el próximo año se nos olvide, sino que se trabaje en llenar de contenido este acontecimiento histórico celebrado en 1188 en lo que hoy es San Isidoro para que León empiece a ser conocida como la ‘Cuna del Parlamentarismo’ con la claridad como se conoce por albergar las joyas del románico (Basílica de San Isidoro) o del gótico (la Catedral). Hemos tardado ocho siglos y 25 años en que a León se le recozca un hecho histórico de tanta trascendencia política. El alcalde ha conseguido el apoyo de las Cortes de Castilla y León, del Congreso de los Diputados y del Senado. Es hora de pasar de las promesas a los hechos. Perder esta oportunidad sería algo gravísimo.
Publicado el 20 de diciembre de 2013 a las 09:30.