Sven Hassel se ha ido al encuentro de los que vio morir
Archivado en: Cuaderno de lecturas, sobre Sven Hassel
La reciente muerte de Sven Hassel, sobre la que llamó mi atención el pasado martes mi amigo David Gutiérrez, me ha devuelto a las lecturas de mi preadolescencia. Aquellas que sucedieron a las aventuras de Los Cinco, de Enid Blyton. Siempre atento a mi obra, David me recordaba que Kid Valencia -el protagonista de mi segunda novela- se reconocía un apasionado lector de Hassel.
Ese afán de mi personaje por los textos del antiguo soldado de la Wehrmacht no era sino un trasunto del interés que dichas páginas suscitaron en mí recién despertado de la niñez. Tenía trece años cuando me hice con Los panzers de la muerte (1958). Como todas las novelas de la entrañable colección Reno, de Plaza & Janés, me atrajo por la ilustración de su sobrecubierta, que mostraba a unos soldados ateridos.
Publicado el 2 de octubre de 2012 a las 10:15.