Una reconstrucción del gran Tod Browning
Archivado en: Inéditos cine, London After Midnight
Desde que supe que el cine abandonó la imagen silente sin haber llegado a experimentar con ella hasta sus últimas consecuencias, vengo dándole vueltas al asunto. No debemos de ser muchos los interesados en el tema, pero a mí me incumbe bastante más que cualquiera de los grandes debates de nuestro tiempo, incluida la temporada final de Juego de tronos. De hecho, el cine actual, a grosso modo, me interesa en la misma medida que pueda interesarle a un arqueólogo, como tal, el arte contemporáneo. Me explico: rara es la temporada que no veo alguna cinta buena, que como aficionado aplaudo y admiro. Pero mi cinefilia -un apetito insaciable, un afán de pantalla sin límites, que no afición, que no mero entretenimiento-, básicamente es arqueológica. De hecho, si me pagasen por hacerlo, dedicaría con gusto el resto de mis días a escanear fotograma a fotograma -a menudo es así como se hace- esos títulos del amanecer del cine de los que la literatura generada por su mito es cuanto ha llegado hasta nosotros. Y en el tiempo que me quedase libre, escribiría sobre ello.
Publicado el 19 de mayo de 2019 a las 17:30.