Archivado en: Cuaderno de lecturas, Jacques Martin, Alix, "La tiara de Oribal",
Si he de ser exacto, anhelé La tiara de Oribal desde marzo de 2012, cuando tuve noticia de su excelencia en 1001 cómics que hay que leer antes de morir (Grijalbo), de Paul Gravett. Sé que fue entonces porque el día treinta de aquel mes, los editores de esta estimable guía coordinada por Gravett tuvieron la gentileza de obsequiármela para mis reseñas. Ávido de toda la obra de Jacques Martin, como lo estoy desde que descubrí a Lefranc -su otro gran personaje- en sus primeras traducciones españolas, dadas a las estampa por Ediciones Junior en los años 80, fue la suya la primera referencia que busqué en la páginas de Gravett y un artículo del inglés David A. Roach me remitió a esta aventura.
Al punto me puse a buscarla, pero su primera edición en Netcon2 ya estaba agotada. Ha sido recientemente, en la última Feria del Libro de Madrid, donde finalmente he adquirido uno de los primeros ejemplares de la segunda. Pero ya estaba yo metido en la lectura de las aventuras de Alix por estricto orden cronológico y a La tiara de Oribal (1958) no le llegó el turno hasta la semana pasada.
Publicado el 18 de julio de 2014 a las 10:45.