Nueva comunión con el universo de Blake y Mortimer
Archivado en: Cuaderno de lecturas, las aventuras de Blake y Mortimer, El grito del Moloch
En los seis años que han pasado entre mi lectura de La onda Septimus, en la primavera de 2015, y esta de estos días de El grito del Moloch, he tenido tiempo de descubrir la valía como guionista de Jean Dufaux en una buena parte de la serie Djinn y alguna que otra propuesta. Verbigracia, las aventuras de Lucius Murena, de las que sólo he tenido oportunidad de leer los dos primeros álbumes. Que me hayan sabido a poco es la demostración de que me han interesado de veras. No hay duda de que estamos ante uno de los grandes guionistas de la bande dessinée (BD) de nuestro tiempo.
Belga como Hergé, Jacobs y de Mor. Dufaux -quien salvo error u omisión nunca ha dibujado- es un escritor diverso como el alsaciano Jacques Martin, quien inevitablemente -luego de haber sido el tercero de los grandes discípulos de Hergé- concibió tantas series que acabó dedicándose únicamente a los libretos. Desde que supe que el creador de Alix y Lefranc terminó sus días ciego, tiendo a pensar que Martín pudo haber ido perdiendo la vista paulatinamente, que, a medida que las sombras iban nublando sus ojos, se fue dedicando más a los guiones. Un texto, se puede dictar o grabar en un magnetófono para que alguien lo transcriba. Ese fue, sin ir más lejos, el método de trabajo seguido por Marcel Allain, uno de los creadores de la otrora célebre serie de novelas policiacas de Fantômas. Una ilustración no se puede dictar de ninguna manera.
Publicado el 25 de julio de 2021 a las 03:15.