Archivado en: Inéditos cine, el cine en streaming
La cartelera comercial me interesa en la misma medida que le pueda interesar a un arqueólogo el arte contemporáneo. Hay temporadas que mucho; otras, muy poco. Pero mi tarea es la arqueología cinematográfica y, en lo que va de año, no ha habido nada que me haya llamado la atención.
Desde enero, que asistí a las proyecciones de unos títulos de Alain Tanner que aún no había tenido oportunidad de visionar, he visto todo lo que programan en la Filmoteca, alabado sea su nombre.
En cuanto al cine televisado, puedo jactarme de que, prácticamente, del que se programa habitualmente en las cadenas que emiten en abierto, ya atesoro todo aquel que es de mi interés. Busco, por su textura de Technicolor de antaño -y cierta impronta, inequívoca, que las convierte en todo un precedente del steampunk-, las adaptaciones de Julio Verne rodadas entre mediados de los 50 y primeros 70. Cinco semanas en globo (Irwin Allen, 1962) ha sido la última con la que me he podido hacer. Pero eso fue el pasado mes de julio.
Publicado el 8 de marzo de 2018 a las 22:45.