Archivado en: Miscelánea, ancianidad
Me recuerdo hace más de medio siglo, siendo un niño de siete u ocho años, cuando me preguntaba cómo sería eso de hacerse mayor, si habría alguna ceremonia, algún procedimiento, por el que se iniciase a la gente menuda como yo -entonces los "mocosos", los "renacuajos"- en la vida adulta. De existir, cifraba aquel protocolo ignoto en torno al décimo octavo cumpleaños, por ser esa la edad para el carnet de conducir. Suponía que, llegado el día, alguien me diría algo, que se extendería algún certificado a mi nombre. Lo he dicho muchas veces: quería ser mayor para poder fumar, tener novia, conducir y llevar pantalones largos...
Publicado el 26 de octubre de 2022 a las 15:30.