Archivado en: Cuaderno de lecturas, Distopías, 1984, George Orwell
(viene del asiento del 23 de mayo)
No he sido yo el único que ha vuelto en estos días sobre el Orwell de 1984. Como tampoco ha sido únicamente el deseo de buscar asideros en la realidad, a la abstracción de las ilustraciones de Saura en mi edición de este clásico del siglo XX, el único motivo que me ha devuelto sobre la obra del utopista -aunque quizá fuera mejor decir distopista, si se me permite la expresión- inglés.
Ese renovado interés que despiertan las distopías, a raíz de la pandemia que conoció el mundo hace tres años, frente a la que tantos llegamos a imaginar una hecatombe semejante a esas catástrofes atómicas, que dieron lugar a tantas grandes pastorales de la ciencia ficción en los años de la Guerra fría, llama más la atención sobre la propuesta de Orwell que sobre ninguna otra por algo que Umberto Eco fue a calificar como “su energía visionaria”.
Publicado el 9 de junio de 2023 a las 13:30.