Lefranc en los años 80
Archivado en: Cuaderno de lecturas, Lefranc, "El Oasis", de Jacques Martin.
Cualquier cómic concebido por un discípulo del gran Hergé, cuyo asunto verse sobre un secuestro aéreo, inevitablemente, se tenderá a comparar con Vuelo 714 para Sídney (1968), mi favorita de las últimas aventuras de Tintín. El Oasis (1981), la séptima de las de Lefranc, no es la excepción a esta regla. De entrada, me ha parecido mucho más apegada a la realidad que el modelo. Aquí no hay extraterrestres para llevarse a nadie en su nave, tal y como les sucede a Rastapopoulos, Allan y el resto de los malotes de Vuelo 714.
Aquí los secuestradores, a los que apenas se ve, se les supone miembros de alguna de las organizaciones terroristas que operaron a finales de los años 70. Ahora bien, Martin se cuida mucho de dar nombres. De hecho, una de las cosas que más me han llamado la atención ha sido lo fino que hila para ser en todo momento políticamente correcto. Y eso que, a comienzos de los años 80, la corrección política era un concepto inexistente, las palabras injuriosas eran un sustituto a los puños. Afortunadamente, estos sí que se habían dejado de usar.
Antes que en ese detalle de no querer asociar a los secuestradores con ninguna causa, la buena voluntad de Jacques Martin se hace notar en el personaje de Rahim. La única ayuda con la que contará Lefranc en este nuevo lance, será este nativo del desierto -un trasunto del Sáhara- donde se encuentra el oasis que da título al álbum. A ese lugar llevan el Airbus los malhechores, vaya -lo de "malhechores"- como se decía en los tebeos de antes.
Tengo la sensación de que el traductor -omito deliberadamente su nombre- se equivoca al llamar al avión "aereobús" (tercera viñeta, pág. 5). Aerobús es un sistema de transporte que se vale de cabinas -semejantes a autobuses- que avanzan merced a unos cables suspendidos entre torres. El avión de transporte de pasajeros toma su nombre de la marca comercial, Airbus, igual que el número de vuelo del avión de Tintín a Sídney aludía a un modelo de Boeing que realizó su primer vuelo en 1970. Como el prototipo empezaría a fabricarse varios años antes y sabiendo como sabemos lo riguroso que era Hergé con sus documentaciones, me atreveré a sostener que el número del vuelo de los de Moulinsart a Sídney alude a este prototipo. De hecho, Roger Leloup, el creador de Yoko Tsuno, colaborador de Martin en algunos de los Alix de los 50 y del gran Hergé en Vuelo 714, como ese ingeniero aeronáutico que también era, estaba al corriente de los últimos modelos de los aviones de transporte y, a buen seguro, aconsejó al maestro a este respecto.
Pero hoy vengo a hablar del afán de modernidad que subyace en El Oasis. Para empezar, Lefranc ya no es aquel héroe, tan de los años 50, que fue en sus primeras entregas. Ahora es un tipo de los 80. A fe mía, el personaje más representativo de aquellos años de toda la bande designée es XIII, ese trasunto de Bourne concebido por Jean Van Hamme (guion) y William Vance (dibujo). Pero, a decir verdad, en lo que al comic se refiere, no me gusta que estén ambientados en los años 80. De ahí que XIII no sea un santo de mi devoción. Lo mío, de entrada, son los tebeos ambientados en los años 60, cuando el Noveno Arte me ganó siendo un niño. En los 80 fue cuando, llevado por la nostalgia de aquellas primeras lecturas de las aventuras de Tintín en mi infancia, descubrí a los discípulos de Hergé.
Con todo, este Lefranc de los 80, que va al rescate de Jeanean apenas le sabe entre el pasaje del avión secuestrado, me seduce mucho más que cualquier personaje de aquellos tiempos. Como ya he dicho en estos comentarios que estoy dedicando a sus relecturas, Lefranc es un discípulo de Tintín al igual que Jacques Martin lo es del gran Hergé. Por así decirlo, es como un Tintín adulto. Al igual que el infatigable reportero de Le Petit Vingtième es un hombre de paz que prefiere dejar a sus enemigos dormidos -que no muertos-, gracias al prodigioso fusil que le proporciona el mismo inventor que le aprovisiona antes de salir.
Como siempre, ha sido un pacer.
Publicado el 9 de octubre de 2020 a las 00:30.