viernes, 27 de diciembre de 2024 03:08 www.gentedigital.es
Gente blogs

Gente Blogs

Blog de Javier Memba

El insolidario

"El milésimo brazo del Mekong", cierra el díptico de "El valle de los inmortales"

Archivado en: Inéditos, Cuaderno de lecturas, las aventuras de Blake y Mortimer, "El valle de los inmortales".

Portada del álbum

Portada del álbum

            En una reciente entrevista, Ramón de España recuerda cómo tradujo a nuestro idioma, casi por casualidad, La marca amarilla (1953). Fue a comienzos de los años 80. Ignacio Vidal-Folch se presentó un día en la redacción de la revista Cairo comentando que había descubierto los tebeos de un amigo de Hergé que eran buenísimos. No mucho después estaban hechas las gestiones para la adquisición de los derechos: La marca amarilla apareció seriada a partir del número 13 de Cairo, llegado a los quioscos en febrero del año 83. La portada no era otra que la del álbum: los dos amigos del Centaur Club paralizados ante un muro de Limehouse, el barrio de los criminales londinenses en alguna de las mejores ficciones que ha inspirado la ciudad. Un haz de luz proyectado contra ellos acaba de sorprenderles. A sus espaldas, en la pared de ladrillo descubierto, Olrik -a la sazón el pelele del profesor Séptimus- ha dibujado la "μ" (mi), duodécima letra del alfabeto griego, que, efectivamente, como creíamos todos, corresponde a la "m" del latino.

            Esa imagen está dotada de una profundidad de campo prodigiosa. Organizada en tres términos -antes que a nuestros amigos se nos presenta la esquina de una calle y unas tuberías- es de una complejidad semejante a los grandes planos de Orson Welles en Ciudadano Kane (1941), El cuarto mandamiento (1942) o Sed de mal (1958). Además de descubrirme a Blake y Mortimer, como a tantos de sus primeros lectores, dicha estampa ha sido uno de los dibujos que me han calado más hondo de cuantos he tenido oportunidad de admirar en los cincuenta y siete años que llevo leyendo tebeos. Particularmente, junto a La isla negra (1937) -el álbum de Hergé que guarda tantas concomitancias con 39 escalones (1935), una de las obras maestras del periodo inglés de Hitchcock-, es el mejor ejemplo que encuentro cuando me pongo a pensar en ese diálogo constante que hay entre el cine y los tebeos.

            De modo que a Ramón de España e Ignacio Vidal-Folch debo agradecerles no sólo El canon de los cómics (Glénat, 1996), texto en verdad canónico y de mención obligada en la bibliografía española del Noveno Arte, también el haber traído a nuestro país las primeras viñetas de Blake y Mortimer.

            Treinta y siete años después de su primera traducción al español -y setenta y tres de la primera aventura, El secreto del Espadón (1947)-, la serie se ha convertido en un clásico del cómic mundial. Da la sensación de que colaborar en alguna de sus entregas es una suerte de desafío para los grandes cultivadores de la Línea clara. Tener un título en la colección es capaz de prestigiar la bibliografía de cualquier historietista que se precie. Quizás por eso, desde que en 1996 Ted Benoit (dibujo) y Jean Van Hamme (libreto) decidieron continuar la serie, en El caso de Francis Blake tomaron como ejemplo uno de los álbumes creados por Edgar P. Jacobs. Así, en aquella primera entrega, el modelo a seguir fue el desdoblamiento de Mortimer en Las tres fórmulas del profesor Sato (1970 y 1990). Yves Sente, que ha resultado ser uno de los grandes -y más frecuentes- guionistas de la serie, y André Juillard (dibujo)  se remontaron al tríptico del Espadón en La vara de Plutarco (2015). Jean Dufaux, el libretista de Djim, Dixie Road, Murena y tantas otras sagas notables, tomó como ejemplo La marca amarilla cuando concibió junto a Antoine Aubin y Étienne Schréde (dibujo) La onda Séptimus (2013). En realidad, todos los álbumes ajenos a Jacobs no han sido sino una variación sobre los temas de su universo.

            El caso del díptico de los inmortales no es ninguna excepción. En esta ocasión, Sente, junto a Étienne Schréde y Peter van Dongen (dibujo) vuelve a recuperar el Espadón, el más célebre de todos los prodigios creados por Mortimer. En el segundo tomo se registran nuevas semejanzas. Los dragones que habitan en El Valle de los inmortales recuerdan a los saurios del pasaje prehistórico de La trampa diabólica (1960) e incluso a sus pares de El rayo U (1943), ese álbum de Jacobs que, aunque ajeno a la serie, por su concepción y por sus personajes puede considerarse un antecedente de ella.

            Sin ser un flashback propiamente dicho -no se trata de la evocación de un personaje, sino de la ilustración de un pasaje supuestamente histórico- el pasado, el traslado de la narración a una época pretérita para explicar la historia que se está contando, además de En la trampa diabólica, tuvo su mejor ejemplo en El enigma de la Atlántida (1955).

            En fin, los acólitos de Jacobs han hecho de estas analepsis un recurso frecuente en la serie. Ha dado momentos tan sobresalientes como las secuencias de la revolución estadounidense de La extraña cita (Benoit y Van Hamme, 2001). En El milésimo brazo del Mekong (2019), segundo episodio del díptico de los Inmortales, el relato de Sho nos traslada al año 221 a. de C., cuando el rey Qin consiguió vencer a los últimos reinos enemigos gracias a la ballesta diseñada por el mercader Gong Shou. Sin embargo, el propio Sho, el autor del manuscrito, fue el encargado de dar muerte a Gong Shou cuando tenía que llevarle fuera del "reino celestial" que era la China de entonces.

            La analepsis a la que nos lleva el manuscrito de Sho, que, en la primera parte, Amenaza en Hong Kong, le fue comenzada a referir a Mortimer por el profesor Dong, en esta ocasión le es traducida por Han-Dié. Este último es el mismo tipo que se prestó a Mr. Chou, su triada y al inefable Olrik caracterizado como un tal Mr. Chase, para secuestrar a nuestro profesor. Aleccionado al ver que su suerte va a ser la misma que la de su víctima, y estando los presos junto a la estatuilla que entraña la segunda parte del manuscrito, prosigue su traducción durante el trayecto al campamento del general Xi-Li, remontando el Mekong hasta el Yunnan, ya casi en la linde de la frontera vietnamita.

            Una vez allí, Mortimer se reencuentra con Nassir, a quien tienen junto a otros prisioneros dentro de una jaula metida en un río. En efecto, igual que Michael (Robert de Niro) en El cazador (Michael Cimino, 1978). El cine y el cómic siempre dialogando. El fiel sargento de los Makram Levy Corps -uno de los secundarios más entrañables de toda la serie- está en las últimas. Sólo puede curarle una de las esmeraldas con las que alimentan los dragones del Valle de los inmortales, que se encuentra en el último afluente (brazo) del Mekong. La fábula, pues eso parece, le es revelada a Mortimer merced a la cuenta de la pulsera que le obsequió una pitonisa recién llegado a Hong Kong.

            Ayudado por Mr. Chou, quien deseoso de las fantásticas esmeraldas ha decidido poner fin a su lealtad a Xi-Li, la extraña pareja emprende la marcha. Cuando llegan a Xishuangbanna son atacados por unos mosquitos descomunales, pero muy parecidos a los del episodio prehistórico de La trampa diabólica. Rescatados de este nuevo trance por el padre Odilon -el misionero francés que tanto me llamó la atención en la primera entrega-, la historia entre en un ámbito fabuloso. Tras sobrevivir al ataque de unos pandas gigantes llegan por fin al Valle de los inmortales, donde están a punto de abrirse los huevos de los dragones que han de comerse las esmeraldas.

            Allí, en el Valle de los inmortales, aún permanece Shi Huang, el emperador felón que quiso la vida eterna en el 221 a. de C y la obtuvo a cambio de diez mil esmeraldas para los dragones. Jiu-Piu, el oráculo, aún es la anciana que visitaba su corte. Pero también la reina de los dragones. Consciente del motivo que ha llevado a Mortimer al Valle, le concede la gracia de que pueda volver.

            El resto es el reencuentro de nuestros amigos en el campamento del general Xi-Li. El capitán y la joven Ylang Ti -una agente de la inteligencia nacionalista china- han llegado hasta allí siguiendo las cuentas de la pulsera, que Mortimer ha ido dejando exprofeso a lo largo de su camino. Ya con Nassir restablecido, sólo queda regresar a Hong Kong y salvarla de la amenaza que se cernía sobre ella con Olrik, disfrazado de Mr. Chase hasta el final, pilotando el Skylanter.

            Se mire por donde se mire, las aventuras de Blake y Mortimer siempre son arte mayor.

 

Publicado el 22 de abril de 2020 a las 22:00.

añadir a meneame  añadir a freski  añadir a delicious  añadir a digg  añadir a technorati  añadir a yahoo  compartir en facebook  twittear  votar

Comentarios - 1

1 | Web (Web) - 28/4/2020 - 17:57

Genial díptico, me encantan los colores que se han seleccionado y como se ha realizado.

Tu comentario

NORMAS

  • - Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios que consideremos fuera de tema.
  • - Toda alusión personal injuriosa será automáticamente borrada.
  • - No está permitido hacer comentarios contrarios a las leyes españolas o injuriantes.
  • - Gente Digital no se hace responsable de las opiniones publicadas.
  • - No está permito incluir código HTML.

* Campos obligatorios

Javier Memba

Javier Memba

            Periodista con más de cuarenta años de experiencia –su primer texto apareció en la revista Ozono en 1978-, Javier Memba (Madrid, 1959) fue colaborador habitual del diario EL MUNDO entre junio de 1990 y febrero de 2020. Actualmente lo es en Zenda Libros. Estudioso del cine antiguo, en todos los medios donde ha publicado sus cientos de piezas ha demostrado un decidido interés por cuanto concierne a la gran pantalla. Puede y debe decirse que el setenta por ciento de su actividad literaria viene a dar cuenta de su actividad cinéfila. Ha dado a la estampa La nouvelle vague (2003 y 2009), El cine de terror de la Universal (2004 y 2006), La década de oro de la ciencia-ficción (2005) –edición corregida y aumentada tres años después en La edad de oro de la ciencia ficción-, La serie B (2006), La Hammer (2007) e Historia del cine universal (2008).

 

            Asimismo ha sido guionista de cine, radio y televisión. Como novelista se dio a conocer en títulos como Homenaje a Kid Valencia (1989), Disciplina (1991) o Good-bye, señorita Julia (1993) y ha reunido algunos de sus artículos en Mi adorada Nicole y otras perversiones (2007). Vinilos rock español (2009) fue una evocación nostálgica del rock y de quienes le amaron en España mientras éste se grabó en vinilo. Cuanto sabemos de Bosco Rincón (2010) supuso su regreso a la narrativa tras quince años de ausencia. La nueva era del cine de ciencia-ficción (2011), junto a La edad de oro de la ciencia-ficción, constituye una historia completa del género, aunque ambos textos son de lectura independiente. No halagaron opiniones (2014) fue un recorrido por la literatura maldita, heterodoxa y alucinada. Por su parte, David Lynch, el onirismo de la modernidad (2017), fue un estudio de la filmografía de este cineasta. El cine negro español (2020) es su última publicación hasta la fecha.  

 


 

          

 

Miniatura no disponible

 

Javier Memba en 2009

 

Javier Memba en 1988

 

Javier Memba en 1987

 

1996

 

 

Javier Memba en la librería Shakespeare & Co. de París

 

 

 

 

Imagen

 

 

COMPRAR EN KINDLE:

 

 

 

contador de visitas en mi web



 

 

Enlaces

-La linterna mágica

-Unas palabras sobre Vida en sombras

-Unas palabras sobre La torre de los siete jorobados

-50 años de la Nouvelle Vague en Días de cine

-David Lynch, el onirismo de la modernidad en Radio 3

-Unas palabras sobre Casablanca en Telemadrid

-Unas palabras sobre Tintín en Cuatro TV

 

 

ALGUNOS ARTÍCULOS:

Malditos, heterodoxos y alucinados de la gran pantalla

Nuevos momentos estelares de la humanidad

Chicas yeyés

Chicas de ayer

Prólogo al nº 4 de la revista "Flamme" de la Universidad de Limoges

Destinos literarios

Sobre La naranja mecánica

Mi tributo al gran Chris Marker

El otro Borau

Bohemia del 89

Unos apuntes sobre las distopías

Elogio de Richard Matheson

En memoria de Bernadette Lafont

Homenaje al gran Jean-Pierre Melville

Los amores de Édith

Unos apuntes sobre La reina Margot

Tributo a Yasujiro Ozu con motivo del 50 aniversario de su fallecimiento

Muere Henry Miller

Unos apuntes sobre dos cintas actuales

Las legendarias chicas de los Stones

Unos apuntes sobre el "peplum"

El cine soviético del deshielo

El operador que nos devolvió el blanco y negro

Más real que Homeland

El cine de la Gran Guerra

Del porno a la pantalla comercial

Formentera cinema

Edward Hopper en estado puro

El cine de terror de los años 70

Mi tributo a Lauren Bacall

Mi tributo a Jean Renoir

Una entrevista a Lee Child

Una entrevista a William McLivanney 

Novelistas japonesas

Treinta años de Malevaje

Las grandes rediciones del cómic franco-belga

El estigma de La campana del infierno

Una reedición de Dalton Trumbo

75 años de un canto a la esperanza

Un siglo de El nacimiento de una nación

60 años de Semilla de maldad

Sobre las adaptaciones de Vicente Aranda

Regreso al futuro, treinta años después 

La otra cabeza de Murnau

Un tributo a las actrices de mi adolescencia

Cineastas españoles en Francia

El primer surrealista

La traba como materia literaria

La ilustración infantil de los años 70

Una exposición sobre la UFA

La musa de John Ford

Los icebergs de Jorge Fin

Un recorrido por los cineastas/novelistas -y viceversa-

Ettore Scola

Mi tributo a Jacques Rivette

Una película a la altura de la novela en que se basa

Mi tributo a James Cagney en el trigésimo aniversario de su fallecimiento

Recordando a Audrey Hepburn

El rey de los mamporros

Una guía clásica de la ciencia ficción

Musas de grandes canciones

Memorias de la España del tebeo

70 años de la revista Tintín

Ediciones JC regresa a sus orígenes

Seis claves para entender a Hergé

La chica del "Drácula" español

La primera princesa de la lejana galaxia

El primer Tintín coloreado

Paloma Chamorro: el fin de "La edad de oro"

Una entrevista a la fotógrafa Vanessa Winship

Una recuperación del Instituto Murnau

Heroínas de la revolución sexual

Muere George A. Romero

Un mito del cine francés

Semblanza de Basilio Martín Patino

Malevaje en la Gran Vía

Entrevista a Benjamin Black

Un circunloquio sobre la provocación

Una nueva aventura de Yeruldelgger

Una dama del crimen se despide

Recordando a Peggy Cummins

Un tributo a las yeyés francesas

La última reina del Technicolor

Recordando a John Gavin

Las referencias de La forma del agua

El Madrid de 1988

La nueva ola checa

Un apunte sobre Nelson Pereira dos Santos

Una simbiosis perfecta

Un maestro del neorrealismo tardío

El inovidable Yellowstone Kelly

Que Dios bendiga a John Ford

Muere Darío Villalba

Los recuerdos sentimentales de Enrique Herreros

Mi tributo a Harlan Ellison

La inglesa que presidió el cine español

La última rubia de Hitchcock

Unos apuntes sobre Neil Simon

Recordando Musicolandia

Una novelista italiana

Recordando a Scott Wilson

Cämilla Lackberg inaugura Getafe Negro

Una conversación entre Läckberg y Silva

El guionista de Dos hombres y un destino

Noir español y hermoso

Noir italiano

Mi tributo al gran Nicholas Roeg

De la Escuela de Barcelona al fantaterror patrio

Recordando a Rosenda Monteros

Unas palabras sobre Andrés Sorel

Farewell to Julia Adams

Corto Maltés vuelve a los quioscos

Un editor veterano

Una entrevista a Wendy Guerra

Continúa el misterio de Leonardo

Los cantos de Maldoror

Un encuentro con Clara Sánchez

Recuerdos de la Feria del Libro

Viajes a la Luna en la ficción

Los pecados de Los cinco

La última copa de Jack Kerouac

Astérix cumple 60 años

Getafe Negro 2019

Un actriz entrañable

Ochenta años de "El sueño eterno"

Sam Spade cumple 90 años

Un western en la España vaciada

Romy Schneider: el triste destino de Sissi

La nínfula maldita

Jean Vigo: el Rimbaud del cine francés

El último vuelo de Lois Lane

Claudio Guerin Hill

Dennis Hopper: El alucinado del Hollywood finisecular

Jean Seberg: la difamada por el FBI

Wener Herzog y la cólera de Dios

Gordad, el gran maese de la heterodoxia cinematográfica

Frances Farmer, la esquizofrénica que halló un inquietante sosiego

El hombre al que gustaba odiar

El gran amor de John Wayne

Iván Zulueta, arrebatado por una imagen efímera

Agnès Varda, entre el feminismo y la memoria

La reina olvidada del noir de los 40

Judy Garland al final del camino de adoquines amarillos

Jonas Mekas, el catalizador del cine independiente estadounidense

El gran Edgar G. Ulmer

La última flapper; la primera it girl

El estigmatizado por Stalin

La controvertida Egeria del Führer

El gran Tod Browning

Una chica de ayer

El niño que perdió su tren eléctrico

La primera chica de Éric Rohmer

El último cadáver bonito

La exnovia de James Dean que no quiso cumplir 40 años

Don Luis Buñuel, "ateo gracias a Dios"

La estrella cuyo fulgor se extinguió en sus depresiones

El gran cara de palo

Sylvia Kristel más allá de Emmanuelle

Roscoe Arbuckle, cuando se acabaron las risas

Laura Antonelli, la reina del softcore que perdió la razón

Nicholas Ray, que nunca volvió a casa

El vuelo más bajo de la princesa Leia Organa

Eloy de la Iglesia y el cine quinqui

Entiérralo con sus botas, su cartuchera y su revólver

La chica sin suerte

Bela Lugosi y la sombría majestuosidad de Drácula

La estrella de triste suerte

La desmesura de Jacques Rivette

Françoise Dorléac

Klaus el loco

Una hippie de los 70

Jean Esustache, entre la Nouvelle Vague y el ascetismo

Nadiuska, un juguete roto

Thea von Harbou

Jesús Franco

David Cronenberg

Sharon Tate, como en un cuento de Sheridan Le Fanu

Un guionista sediento

La reina del fantaterror patrio

Dalton Trumbo y los diez de Hollywood

La primera chica que arrojó una tarta 

El desdichado Hércules contemporáneo

En la tradición familiar

El músico del realismo poético

Otro tributo a la gran Patty Shepard

Elmer Modlin y su extraña familia

Las coproducciones internacionales rodadas en España

Marilyn Monrore y su desesperado último gesto

Un amor más poderosos que la vida

El actor atrapado en sus personajes

Entre el fantasma de su madre y el final del musical

Barbet Schroeder

Amparo Muñoz

Samuel Bronston más alla de Las Rozas

Chantal Akerman

Françoise Hardy 

Un antiguo dogmático

Jane Birkin

Anna Karina, su turbulento amor y el Madison

Sandie Shaw, ya con calzado

El gran Serge Gainsbourg

Entre la niña prodigio y la mujer concienciada

La intérprete de Shakespeare que inspiró a The Rolling Stones

La maleta del capitán Wajda

Val Lewton y su dramatización de la psicología del miedo

La alimaña de Whitechapel

Cristina Galbó

La caravana Donner

Eddie Constantine

Un nuevo curso del tiempo

Rosenda Monteros

Una criatura de la noche

Una carta a Nicolás I

Edison y el 35 mm

Barbara Steele

El felón Esquieu de Floyran acaba con los templarios

Entre Lovecraft y Hitchcock

Tchang Tchong Yen recuerda a Hergé

La musa del ciberpunk

Néstor Majnó

Una leyenda del Madrid finisecular

El rey de la serie B

La primera cosmonauta soviética

Cuando la injuria sucede a la fatalidad

Bajo Ulloa y sus cuentos crueles

La cicerone de los Stones en el infierno 

Nace Toulouse-Lautrec

El París del Charlestón se rinde a Josephine Baker

Nastassja Kinski, la dulce hija del ogro

Un tributo a Sam Peckinpah

La leyenda del London Calling

Fiódor Dostoievski frente al pelotón de fusilamiento

Mi alucinada favorita

El hombre de las mil caras

El 7º de Caballería pierde la gloria

Un recuerdo de Silke

El genocidio camboyano

Peter Bogdanovich

Guy Debord y la sociedad del espectáculo

Un héroe de Iwo Jima 

Lupe Vélez tras el último tequila sunrise

El general Lee

Roman Polanski

Un hampón italoamericano

Jane Fonda en su juventud

Kraken en la Cuesta de Moyano

Josef von Sternberg

The Beatles en The Carvern y en el show de Ed Sullivan

Que la tierra le sea leve a Douglas Trumbull

El último superviviente del hampa de Chicago

Inma de Santis

El Álamo

Una musa insumisa

El malvado Zaroff y un elogio a las revistas pulp

Miles Davis

Un polaco y el amour fou

La Legión extranjera como género literario

Conchita Montenegro

Peter Lorre y su cara de villano

El juez de la horca

Syd Barrett

Kathleen Turner

Una caricatura de la hombría

Eric Clapton

Helga Liné

Butch Cassidy

Carlos Arévalo, un cineasta español

Nace el último bohemio

Pascual García Arano

María Perschy

El Combray de Ingmar Bergman

Carlos Castaneda

Una canción de Neil Young

Un suicida dandi

Hedy Lamarr

Philip K. Dick y sus realidades bastardas

La última mujer fatal

Andréi Tarkovski, otro maldito por la censura soviética

Nace la música de la New Age

"Wie einst" Lili Marleen

Una lectura de Byron en Villa Diodati

Un apostol de la sedición juvenil

Ava en mi ciudad

Rider Haggard

Una entrada para la "Historia universal de la infamia"

La Marguerite Duras cineasta

Gallardo y calavera

El hombre que vendió su alma a Elizabeth Taylor

El crímen de Charlotte Corday

Un elogio entusiasta de la urbe

Un ángel caído

Mary Bradbury teme por su vida

Pierre Étaix y su triste gracia

El mejor verano de los Rolling

María Rosa Salgado y su conmovedora discrección

La valentía de Ramón Acín

Sylvie Vartan

La cruz de Malta de Wim Wenders

La epifanía de Louis Daguerre

Carroll Baker

Marie Laforêt y mi amigo Eloy

Eliseo Reclus atisba su quimera

Patty Pravo

Richard Pryor contra sí mismo

Miroslava, una actriz marcada por la fatalidad

France Gall y el doble sentido

Robert Bresson y el cine puro

La gesta de Alekséi Stajánov

Nace el Rimbaud del Rock & Roll seminal

Dominique Dunne, una filmografía que se quedó en el aire

Un actor vampirizado por un personaje

Tolkien publica El Hobbit

La segunda musa de Godard

John Dos Passos entra en la eternidad

Alain Resnais, el cine de la memoria

Una musa del filme noir

El cadáver de Nancy Spungen en el Chelsea Hotel

La historia de Bobby Driscoll

Un icono del feminismo

Recordando a Tina Aumont

Colgaron a Gilles de Rais

Dario Argento

Nico en el cine

Dylan Thomas en su último trance

Brigitte Helm

Un punkie en la Disney 

Nace Billy el Niño

The Wall

Tennessee Williams

Vivien Leigh

Kazuo Sakamaki salva la vida en Pearl Harbor

El proscrito de la Escuela de Barcelona 

47 hombres de honor

Charlotte Rampling

La incomunicabilità del gran MIchelangelo Antonioni

F. Scott Fitzgerald

Un pilar del cómic estadounidense

Juliet Berto

Erik, el fantasma de la Ópera

Una comedia francesa

Un pesimista alegre

Una mirada indolente a la derrota 

Sender en Casas Viejas

Kipling en su último momento

Los hermanos Marx

Puente sobre aguas turbulentas

Anouk Aimée

Mary Shelley

Quentin Tarantino

Neal Cassady 

Natalie Wood

La heterodoxia de Ermanno Olmi

Fu-Manchú

Stefan Zweig pone fin a sus días

 

 

 

 

 

 

EN TU MAIL

Recibe los blogs de Gente en tu email

Introduce tu correo electrónico:

FeedBurner

Archivo

Grupo de información GENTE · el líder nacional en prensa semanal gratuita según PGD-OJD