El asunto Rubén Caldas
Archivado en: Bibliografía, "El asunto Rubén Caldas"
Fruto de dos de mis pasiones, el cómic belga y la novela de miedo, El asunto Rubén Caldas es una ficción que escribí hace ya algunos años y que ahora puede descargarse en Kindle. Se convierte así en mi primer libro digital -segundo si se considera una edición pirata de Malditos, heterodoxos y alucinados que, me consta, obra en la Red. Su título viene a evocar el de El asunto Tornasol, una de mis entregas favoritas de las aventuras de Tintín. He aquí una sucinta noticia de su argumento:
Rubén Caldas fue un sombrío dibujante de cómics del Madrid finisecular. Recién fallecido en extrañas circunstancias al comienzo de la narración, cultivó la llamada Línea Clara como el ardiente admirador de Hergé y sus discípulos -Edgar P. Jacobs, Jacques Martin, Bob de Moor- que era. Sin más argumento que la crónica de su propia existencia, concibió su obra en una serie de álbumes protagonizados por Bruno Guardiola -trasunto de Caldas- y su perra, una "lobilla sin raza" llamada "Moneypenny", a la que le unió una "franca camaradería". Aunque apenas le apreciaron los lectores, sí hubo un colega -Fabián Bescos- que consideró a Caldas su maestro. Será Bescos quien, tras la muerte de Caldas, habiendo tenido acceso a la última historieta -aún inédita aunque no en vano titulada El sabor a hierro de la sangre- intente desvelar el fabuloso misterio que rodeó la desaparición del dibujante. Una aventura fantástica, en la que la licantropía dejó de ser un mito, que Rubén Caldas intentó exorcizar en esas planchas que guían a Bescos en su investigación.
Publicado el 18 de septiembre de 2014 a las 12:45.