Los tres paradigmas de Syd Field
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Los consejos de Syd Field fueron determinantes para la producción de títulos como American Graffiti (George Lucas, 1973) o Taxi Driver (Martin Scorsese, 1976). También enriquecieron los libretos de La misión (Roland Joffé, 1986), Cuando un hombre ama a una mujer (Luis Mandoki, 1994) o Y tu mamá también (Alfonso Cuarón, 2001), entre otras destacadas películas de las cuatro últimas décadas. Sin embargo, los grandes éxitos de este guionista fallecido el pasado mes de noviembre en su casa de Beverly Hills de una anemia hemolítica fueron sus volúmenes sobre la redacción del libreto cinematográfico. Títulos como El libro del guión (1979), El manual del guionista (1984) o Cómo mejorar un guión (2001), son al día de hoy libros de texto en las universidades y escuelas de cine del mundo entero. Así las cosas, cabe decir que Field sentó cátedra en lo que a la escritura para la pantalla se refiere.
Nacido en California en 1935, Syd Fiel se licenció en literatura inglesa en la Universidad de Berkeley en 1960. Empleado en el departamento de envíos de Wolper Productions, una empresa dedicada a los espacios televisivos, fue entonces cuando, por 75 dólares a la semana, comenzó a leer los guiones que los libretistas diletantes enviaban a la casa. Pese a que aquella fue la primera toma de contacto con su verdadero destino, aún habría de pasar algunos años ocupado dedicado a otros cometidos de la industria audiovisual. Productor de la serie documental Men in Crisis (1964-1965), para aquellas emisiones escribió algunos de los pocos guiones que se le recuerdan.
Convertido en guionista de cine a comienzos de los años 70, en uno de los periodos que se vio sin trabajo comenzó a leer libretos ajenos "para agudizar el ingenio". Aquella práctica le convirtió en lector de la 20th Century Fox, la Disney, la Universal y Tristar Pictures. "En dos años leí más de 2.000 guiones y un centenar de novelas. Pero sólo encontré 40 dignos de ser presentados a nuestros financieros", solía recordar a sus alumnos, entre quienes destacaron realizadores como Anna Hamilton, John Singleton o Kevin Williamson.
Puesto a dilucidar sobre la diferencia entre los 40 libretos elegidos y los 1.960 restantes, Field concluyó lo que se conoce como sus tres paradigmas: el del Personaje -vida interior y exterior del protagonista-, el del Asunto -argumento de la historia- y el de la Estructura Dramática -planteamiento, nudo y desenlace de la trama-. Con sus tres paradigmas como base, comenzó a impartir sus enseñanzas en diversos talleres a partir de 1975.
Elogiado por narradores tan dispares como la novelista mexicana Laura Esquivel y el cineasta James Cameron, Field no tardó en pasar de los talleres particulares a las aulas universitarias. Entre otros centros, fue profesor de guión en Harvard, Stanford y Berkeley. Sin que ello le impidiera dictar cursos magistrales en los cincos continentes. En España lo hizo en 2005. "El principal error de un guionista es contar la historia mediante los diálogos, ignorando que en una película lo que cuenta es el lenguaje de las imágenes, que no de las palabras", dijo entonces.
Miembro de varias asociaciones libretistas, no dudaba al referirse al "agotamiento del Hollywood actual" y afirmar que "su principal problema es que está más atento a la recaudación que al contenido".
Publicado el 10 de enero de 2014 a las 09:45.