Archivado en: Zara, Mango, Urdangarín, Valores
Mi amiga Agirosa Prop, que sigue este blog con la misma fe con que un penitente podría calzarse el cilicio en la cintura, sabiendo que sus pecados podrán ser absueltos en otra vida y sus padecimientos convertidos en gloria bendita, me regaña amistosamente por escribir mi anterior post acerca de Amancio Ortega, que, según ella, ha hecho el pobre lo que hay que hacer, puesto que una empresa no es una ONG.
A mi amiga Agirosa ustedes no la conocen, pero conocen a muchos otros iguales a ella. Mi amiga Agirosa pertenece a una generación que se ha pasado la vida hablando de valores y hablando en mayúsculas, pero que a la hora de la verdad sólo reconocen los valores del mercado de valores. Mi amiga Agirosa forma parte de un grupo ideológico antropológicamente fascinante que reivindicaba el marxismo-leninismo, la autodeterminación de los pueblos, el sexo libre y no sé cuántas cosas más, y que ahora, andado el tiempo -esto es la vida, quién lo duda-, reivindica el derecho de Amancio Ortega a no pagar impuestos si puede evitarlo porque las cosas son así.
Ese grupo ideológico -aunque no solo- habla todo el día de valores. Es más: habla todo el día de Valores. Esos Valores nunca se acaban de concretar en nada, salvo en el Esfuerzo, que se ha vuelto al parecer imprescindible. El Esfuerzo es el único Valor que a mí me queda claro. Pero si te has esforzado mucho, ya puedes pagar los impuestos en Irlanda (aunque luego pronuncies la palabra España con mucho énfasis, como si llevara una hache aspirada al principio), explotar a tus trabajadores (que tendrán que esforzarse más) y ponerte el mundo por montera.
Mi generación no es mucho mejor que la de Agirosa Prop, pero al menos tendrá que sonrojarse menos, lo que a mí me parece un alivio. Mientras tanto, yo sigo confiando en que alguna vez los que hablan de Valores nos muestren esos Valores o en que, alternativamente, dejen de hablar de Valores y trinquen coherentemente.
No obstante, y siguiendo el consejo de mi amiga Agirosa, voy a hablar de Urdangarín, que según ella está más de moda que Amancio Ortega. Y voy a hacerlo mostrándoles la campaña publicitaria que una empresa también textil, competencia directa de Zara, va a realizar próximamente. No se ha revelado el caché que cobrará Su Alteza.
Publicado el 18 de enero de 2012 a las 00:30.