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El infierno son los otros

Dios juega a la lotería

Archivado en: Steiner, Superstición, Lotería

Hoy les dejo con George Steiner: «Pero el hecho general es claro: en términos de dinero y de gasto, del número de hombres y mujeres implicados en mayor o menor grado, en términos de la literatura generada y de las ramificaciones institucionales, nuestro clima psicológico y social es el más infectado por la superstición y el irracionalismo de todo tipo desde el declinar de la Edad Media y, quizás, desde la crisis del mundo helenístico. [...] Haciendo un cálculo aproximado, el número de astrólogos en ejercicio en los Estados Unidos es el triple del número total de hombres y mujeres inscritos en el colegio profesional de física y química. La intensidad de la credulidad individual modula todo el panorama, desde la obediencia total -seres humanos adultos que se abstienen de ir al trabajo y se meten en la cama cuando las estrellas están en una configuración amenazante- hasta el murmullo suavemente desconcertado y desaprobador de las almas elegantes que "realmente no creen en todo eso" pero sienten que podría haber algo de verdad en ello».

Esta cita forma parte del libro Nostalgia del absoluto (Siruela, 2001), que está escrito en 1974. El panorama, hoy, sería más desolador. La semana pasada pasé por la Puerta del Sol de Madrid y vi, entre las muchedumbres diversas, una larga cola que serpenteaba frente a una administración de lotería. Hacía mucho frío y llovía. Dos manzanas más allá, detrás de la calle Espoz y Mina, había un despacho en el que se podía comprar la misma lotería sin esperar más de cinco minutos. Los números que allí vendían, al parecer, estaban también en los bombos y tenían las mismas probabilidades de salir. ¿Por qué entonces soportar la ventisca madrileña y engordar las varices? Podríamos darle muchos nombres, pero sólo hay uno atinado: imbecilidad.

Nos hemos pasado toda la vida repitiendo que somos hijos de la Ilustración, pero a lo mejor en realidad sólo somos hijos de puta. Y, sin duda, imbéciles consumados.

Por cierto, el librito de Steiner es una joya.

Publicado el 7 de enero de 2010 a las 13:30.

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Comentarios - 5

1 | Leandro (Web) - 07/1/2010 - 14:49

Te pueden caer unos cuantos palos con este post, Luisgé. Pero quizá te salve el que recurras a la primera personal del plural... Somos capaces de lo peor... y de lo mejor.

2 | Yin - 07/1/2010 - 15:51

Es que el infierno son los otros, que son, por lo general, hijos de puta.

3 | Luisgé - 07/1/2010 - 17:54

Yo me voy centrando en lo peor. De todas formas, para "lo mejor" no he encontrado colas tan organizadas como para comprar lotería. Item más: la bondad, como la maldad, tienen una razón. La estupidez no.

4 | Sor X - 07/1/2010 - 20:24

¡Qué coño va a jugar Dios a la Lotería, ni a la kiñela! Miente usted, Luisgé.

En Doña Manolita, la lotería del Premio Nadal vale a 20 euros.

En ese despecho de Espoz y Mina que usted dice, un padre de Electrolux abandonado a su suerte tras el ERE, lo cobra a 22 euracos.

¿No es más racional comprarlo a 20?

Dios juega a la ONCE, que es más equitativa y sirve a fines sociales.

5 | Gonzalo - 08/1/2010 - 13:15

Curioso.
Pasaba yo la semana pasada con Edu por Sol y vimos una larga cola de personas esperando a comprar lotería bajo terribles condiciones metereológicas en posiblemente la misma administración a la que te refieres.
Lo comentamos: "hay que ser gilipollas, seguro que por aquí al lado puedes comprar lotería en 10 segundos". Y seguimos nuestro camino girando por la calle Espoz y Mina.
Quizás fue el mismo día, quizás la misma hora. Pero no nos vimos. Sólo nos fijamos en los imbéciles.
Pues nos vemos otro día.

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Luisgé Martín

Luisgé Martín

Un blog con olor a azufre y a carne quemada. Ciberllamas en las que arderán todos: no habrá ningún títere al que le quede la cabeza sobre los hombros. El convencimiento es claro: el infierno existe y son los otros. Basta con abrir los ojos y mirar el mundo alrededor. Hablaré de libros, de películas, de canciones y de paisajes extranjeros, pero siempre con el tridente desenvainado.

· En Facebook: facebook.com/luisgemartin

· En Twitter: twitter.com/luisgemartin

Biografía: Madrid, 1962. Licenciado en Filología Hispánica por la Universidad Complutense de Madrid y Máster en Gerencia de Empresas. Autor de los libros de relatos Los oscuros (1990) y El alma del erizo (2002), la colección de cartas Amante del sexo busca pareja morbosa (2002) y las novelas La dulce ira (1995), La muerte de Tadzio (2000), ganadora del Premio Ramón Gómez de la Serna, Los amores confiados (2005) y Las manos cortadas (2009, publicada, como la mayor parte de su obra, por Alfaguara). Ganador del Premio del Tren 2009 "Antonio Machado" de Cuento, que convoca la Fundación de los Ferrocarriles Españoles, con el cuento Los años más felices.

 

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