La vacuna contra los "accidentes" de tráfico
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Caemos como chinches. Un goteo nefasto, que llega a las portadas de los periódicos al comenzar o terminar las vacaciones, en verano, en navidades, en puentes y acueductos. Hasta ayer habían muerto ya 29 personas durante la Semana Santa. Menos que el año pasado, aunque no creo que eso consuele a los familiares y amigos de los difuntos.
El periódico de ayer, o de cualquier otro día, siempre sirve para algo más que para envolver el pescado. Hoy merece la pena leer la entrevista de Paloma Leyra publicada en la contraportada de La Gaceta el martes pasado. Interrogó a Luis Montoro, presidente de la Fundación Española de Seguridad Vial:
La educación vial es, al final, educación.
Este es el gran handicap que tiene el tráfico. Conducimos como vivimos, como somos y como estamos, por eso hay que hablar del estrés... La educación que tiene una persona y una sociedad se refleja en la conducción. Y el coche es como una lente de aumento, un amplificador de los problemas sociales. Pero hoy tenemos la vacuna contra los accidentes de tráfico, aunque desafortunadamente no la tengamos para el sida.
¿Cuál es esa vacuna?
Que los vehículos estén bien cuidados, que haya buenas carreteras, que las señales sean claras, inteligibles... Pero, por muchas carreteras o coches inteligentes que hagamos, de poco nos va a servir sin conductores inteligentes. La vacuna está en enseñar y formar. Mucha gente no sabe que si se sienta a menos de 10 cm. de un airbag y este se activa, puede ser mortal. Hay que situarse por lo menos a 25 cm.
Entrecomillo "accidentes" porque este catedrático de Seguridad Vial asegura que deberíamos suprimir esa palabra al aludir a las muertes en la carretera. No son incontroladas, casuales o fortuitas, no son accidentales, sostiene Montoro.
Publicado el 12 de abril de 2009 a las 16:00.
