Gente de internet

Diccionario internetero: Twitter (1)

Twitter: es una de las muchas torres de Babel que podemos frecuentar en este mundo nuestro, colmado de tecnología y comunicaciones. Es un inmenso contenedor de informaciones trascendentes y banales, universales y particulares. Poblado por más de 50 millones de usuarios, y en continua expansión, es un lugar (podría haber dicho una cosa, una aplicación, un servicio, una red social, un aleph)...

donde puedes crear, gratis, un canal que puedes nutrir (a través de internet, ya sea con un ordenador, un teléfono u otro cacharro, y usando la web de Twitter u otras aplicaciones) con textos y enlaces que no superen los 140 caracteres (sin censura previa, ojalá viva por muchos años la libertad de expresión),

donde puedes leer las publicaciones de otros usuarios —si te lo permiten, ya que los canales pueden ser privados—

y donde los usuarios interesados en tus publicaciones pueden seguirte para estar al tanto de tu actividad.

Twitter, sobre todo, es una herramienta que sirve para comunicarse. Con amigos, con conocidos, con instituciones y empresas. Individual y globalmente. Sirve para estar enterado de lo que hacen tus amigos, tus conocidos, gente que te interesa, celebridades, webs de cualquier tipo, medios de comunicación, cualquiera.

No es un chat, no es un correo electrónico, no es un blog, no es Facebook, aunque tenga similitudes con todos ellos y con muchas otras aplicaciones. Twitter puede ser un diálogo, un monólogo, un ágora. En Twitter puedes compartir enlaces a vídeos, fotos, canciones, post,... Puedes contar y propagar noticias, cotilleos, reflexiones,... Puedes —siguiendo sus convenciones— conversar, ubicarte, recomendar, quejarte, elogiar, elucubrar,... Puedes contar lo que estás haciendo, lo que está pasando, lo que se te pasa por la cabeza. Como mucho, cada vez que te expreses allí, con 140 caracteres...

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