¿Son los libros de Millennium clásicos contemporáneos?
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Open hands, de Gino Rubert (México, 1969, www.ginorubert.com).
"¿Y después de los Millennium, qué leo?" Un amigo que ha devorado este verano la trilogía de Stieg Larsson me hizo esta pregunta el otro día. Andaba un poco desencantado: había comprado otros bestsellers similares —tochos, nórdicos, thrillers— y se había llevado un chasco. Le dije: te mando un mensaje con unos cuantos títulos. Pero sobre la marcha, para variar, he rectificado: he escrito este post para recomendar a unos cuantos escritores... y para mandárselo luego por correo electrónico.
Henning Mankell. El inspector Walander era el investigador literario sueco más célebre... antes de que irrumpieran Lisbeth Salander y Mikael Blomkvist. Babelia publicó este sábado el principio de la nueva entrega, El hombre inquieto.
Fred Vargas. Esta francesa sorprende con unas novelas atípicas, desgeneradas. "Fred Vargas es probablemente la autora más interesante del género policíaco en Europa en el momento presente", ha escrito José María Guelbenzu. No le contradigo. Si la intriga te mata, por cierto, no sólo debes leer las novelas de Mariana de Marco sino también este artículo de Guelbenzu.
James Ellroy. El que mejor perpetra la novela negra hoy en día. Y no sólo eso. Suscribo estas palabras del gran Carlos Boyero: "Ellroy es el historiador más veraz, opiáceo y admirable de América". Trepidante.
Michael Connelly. Novela negra y bestsellera digna. Ha parido a Terry McCaleb (encarnado por Clint Eastwood en Deuda de sangre) y Harry Bosch.
Lorenzo Silva, Leonardo Padura, Eugenio Fuentes y Guillermo Martínez son algunos de los muchos narradores hispanos que, desde perspectivas distintas, se valen de la novela negra —a veces grisácea, ¿la llamamos mejor criminal?— para algo más que entretenernos. Por algo dejó dicho Vázquez Montalbán que "la poética del neocapitalismo es la novela policiaca".
John Kennedy Toole y Giuseppe Tomasi di Lampedusa. La conjura de los necios y El gatopardo son dos ejemplos de excelentes novelas póstumas, como la trilogía Millennium.
Dumas, Dickens y Victor Hugo. Mario Vargas Llosa elevó a los cielos a Lisbeth Salander en El País confesando que había devorado la trilogía con "con la felicidad y la excitación febril con que de niño y adolescente" había leído "la serie de Dumas sobre los mosqueteros o las novelas de Dickens y de Victor Hugo".
Todos los años se publican unas pocas novelas excelentes y muchísimos libros menores, fallidos o aburridos; conviene fijarse, más que en las mesas de novedades, en las ediciones de bolsillo y, dentro de éstas, en los libros que perduran. En los clásicos contemporáneos: A sangre fría, Berlín Alexanderplatz, Crimen y castigo, Drácula, El corazón de las tinieblas, Farenheit 451, Guerra y Paz,...
Dentro de diez o veinte años, los lectores quizá encuentren la trilogía de Millennium con El nombre de la rosa (1980), de Umberto Eco; El perfume (1985), de Patrick Süskind; La tabla de Flandes (1990), de Arturo Pérez-Reverte; Corazón tan blanco (1992), de Javier Marías; Sostiene Pereira (1994), de Antonio Tabucchi, El último encuentro (1999), de Sándor Márai,... ¿Y qué libros del siglo XXI crees que pertenecen a esta categoría? Termino con el título de esta entrada: ¿serán —o son ya— los libros de Millennium clásicos contemporáneos?
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Publicado el 29 de septiembre de 2009 a las 11:00.