Callad, malditos
Weberos del mundo; blogueros, tuiteros, tuentiadictos, feisbucaneros, maiespecímenes del orbe: leed estas palabras: "Has cometido la imprudencia de exponerte. No te preocupes; no te ve nadie".
Las he sacado de contexto. Las encontramos en Un alma en incandescencia: pensando en torno a Franciam Charlot (Editorial Buscarini, 2008), de José Ángel Mañas (Madrid, 1971), su primera obra alejada de la narrativa, un librito de aforismos que cato a menudo.
Copio dos más, y callo (sólo por hoy):
"Sólo el silencio es subversivo; todo lo demás es colaboración".
"Quien sabe, calla. Entonces, ¿quién demonios está hablando?"
Publicado el 25 de marzo de 2009 a las 11:00.