El centro, que desde hace cuatro años es gestionado por la Fundación Patrimonio Natural de Castilla y León, recibió en 2010 en sus instalaciones de Valladolid a 1.239 animales, de los que 859 entraron vivos y 380 fueron cadáveres, a los que se les realizaron exámenes anatomopatológicos para determinar la causas del fallecimiento.
Los resultados obtenidos por el centro, son positivos y dentro de una tendencia de crecimiento, tanto en número de ejemplares que ingresan al CRAS, como en el número de animales liberados.
Las entradas del año 2010 con respecto al año 2009 han bajado un 18,96 %, pero es importante destacar que la disminución está fundamentada en el record histórico de entradas del año 2009 (1.529).
Todos estos animales, llegaron al CRAS fundamentalmente a través de los agentes medioambientales, aunque tanto la Guardia Civil, policía municipal y particulares también colaboraron en trasladar a los animales al centro. La colaboración ciudadana, es fundamental en la labor del CRAS y año tras año se percibe una mayor concienciación por parte de la ciudadanía en este aspecto.
En cuanto a la tipología de animales que el CRAS recibió en el 2010, 940 fueron aves, 136 mamíferos, 128 reptiles, 2 peces, 2 anfibios y 1 molusco. Respecto a estas entradas, los animales liberados fueron: el 36,8% de las aves, 17,64% de los mamíferos, el 53,12% de los reptiles y el 100% de los anfibios.
Los animales llegan al centro desde todas las provincias de la Comunidad y en algunas ocasiones desde otras regiones como Asturias y Madrid. La gran mayoría de los ingresos (60%) proceden de Valladolid y provincia, seguida de Salamanca (12%), Ávila (11%) y Palencia (7%).
Las causas de los ingresos son muy variadas, siendo el mayor parte de ellos por traumatismo (25,58%), seguido por animales pequeños que se caen de los nidos (18,24%), venenos (17,67%) y diferentes tipos de atropellos (6,86%).
Desde el CRAS y siguiendo la línea de años anteriores, se ha procedido al anillamiento científico de 323 ejemplares de 30 especies diferentes, lo que representa el 73,4% de los animales liberados. Esta labor es importante tanto por su interés científico como por su función divulgativa.
El cernícalo vulgar (Falco tinnunculus) ha sido la especie con mayor número de anillamientos, sumando un total de 61 ejemplares, siendo después la cigüeña común (Ciconia ciconia,) con 49 ejemplares, y el busardo ratonero (Buteo buteo) y la lechuza común (Tyto alba), ambos con 30, los más numerosos sobre el resto de especies.
Entre las especies migratorias, exceptuando a las cigüeñas, cabría señalar por cantidad de ejemplares anillados, el milano negro (Milvus migrans) con 21, el cernícalo primilla (Falco naumanni) con 17, el aguililla calzada (Hieraetus pennatus) con 12 y el aguilucho cenizo (Circus pygargus) con 8.
Además de esta anilla, 79 ejemplares de diferentes especies, han sido marcados con anillas de PVC de colores para su reconocimiento visual.
Durante el 2010 el CRAS ha colaborado con diferentes eventos, encaminados a difundir su labor y la importancia que la educación ambiental tiene en el buen desarrollo de las labores del Centro, como el Día Mundial de las Aves, el campamento urbano estival de Medina de Rioseco, Semana de la Biodiversidad en el colegio Ave María de Valladolid y las actividades de educación ambiental organizadas por el Centro de Recursos Ambientales en el Complejo PRAE (Proyectos Ambientales y Educativos).
Sobre los CRAS
Los Centros de Recuperación y Recepción del Animales Silvestres, constituyen una estructura complementaria a la política de conservación de la fauna silvestre castellano y leonesa. En ellos se realiza las labores de recuperación de aquellos animales que como consecuencia de un accidente o incidente resultan lesionados. Esta labor es fundamental en aras de la conservación de determinadas especies.
Otra importante labor es la relacionada con la conservación ex situ y los posibles procesos de cría en cautividad dirigidos a aquellas especies en las que las medidas de conservación in situ no están surgiendo los resultados deseados. En este sentido alguno de los Centros de la Comunidad tiene ya una dilatada experiencia.
El trabajo en cualquiera de los CRAS de Castilla y León que forman la Red se inicia con el ingreso de un animal que es recogido por presentar un delicado estado de salud. Una vez en el centro, el equipo veterinario le abre historial clínico y recibe las primeras curas. Tras ser identificados los problemas que presenta, es sometido al tratamiento y al proceso de rehabilitación más adecuado. El ciclo se cierra con la liberación en el medio natural del animal, una vez completada su recuperación.
La Red cuenta con dos Centros de Recuperación, (los CRAS de Valladolid y Burgos), que son auténticos hospitales de fauna dotados de los medios clínicos y humanos necesarios para atender ejemplares que requieran intervención quirúrgica o cuidados especiales.
Entre las funciones de los Centros de Recuperación de Animales Silvestres destacan la recuperación de animales enfermos o heridos para su reintroducción en el medio natural, crianza de pollos caídos de nidos o afectados por actividades humanas para su posterior liberación, cría en cautividad de especies amenazadas para su reintroducción en el medio y reforzamiento de sus poblaciones silvestres, determinación de las causas de mortalidad de cadáveres de animales encontrados en el campo, detección y control de enfermedades de la fauna silvestre, participación en proyectos de investigación y de seguimiento de fauna y la colaboración con programas de educación y sensibilización ambiental.
¿Cómo se puede colaborar?
Son muchos los factores que afectan a nuestra fauna y pueden llevar a que un animal necesite asistencia. Sin la ayuda de todos sería imposible el objetivo de recuperación de la fauna silvestre, ya que son muchos los particulares que encuentran animales en malas condiciones. Si se encuentra un animal herido o enfermo, existen varias formas de ayudar: Ponerse en contacto con los agentes medioambientales de la zona o con el CRAS más cercano. Otra posibilidad es avisar al Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (Seprona) o a la policía local.
Qué hacer con un animal herido o enfermo
1. Comprobar que el animal realmente necesita nuestra ayuda y que no se trata simplemente, como ocurre a menudo, de una cría o un pollo que puede seguir siendo atendido por sus padres ¿aunque no los veamos- o de un animal de fácil captura (un erizo o un anfibio, por ejemplo), pero sin problema alguno que justifique su captura y traslado a un centro de recuperación. En caso de duda sobre cómo actuar, lo mejor es ponerse en contacto antes con los agentes medioambientales o con los CRAS para consultar.
2. Si tenemos que recoger un animal, deberemos ser prudentes para no provocarle daños ni tampoco sufrirlos nosotros. Actuaremos con rapidez pero con sumo cuidado, ya que el animal puede asustarse o intentar defenderse.
3. Nos pondremos guantes para capturarlo y trataremos de cubrir sus ojos con una manta o toalla, porque así estará más tranquilo. Lo meteremos en una caja de cartón de tamaño suficiente, con orificios para que respire.
4. No le daremos de comer ni de beber y lo llevaremos sin demora al CRAS más cercano. Cuanto antes ingrese, más posibilidades hay de que sea recuperado con éxito. Si no es posible su traslado inmediato, debemos mantenerlo en un lugar tranquilo, a una temperatura adecuada y, si es posible, en penumbra.
5. Avisaremos con antelación al CRAS de la llegada del animal y describiremos a su personal las lesiones observadas. Si no podemos trasladar al animal nosotros mismos, o en caso de duda sobre cómo actuar, informaremos de esta circunstancia para que personal especializado pase a recogerlo.
Publicado el 31 de enero de 2011 a las 11:45.