Hablar con mujeres aturde a los hombres.
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A veces decimos que hay mujeres (u hombres) que "quitan el sentío", que nos dejan embobados, como en una nube. ¿Realmente se pueden ver afectadas nuestras capacidades intelectuales y cognitivas tras un encuentro con alguien atractivo? Si eres hombre, parece ser que sí.
Un estudio reciente publicado en Journal of Experimental Social Psychology, afirma que las capacidades cognitivas (memoria a corto plazo, capacidad para tomar decisiones, ...) de hombres y mujeres se ven afectadas de forma diferente cuando se entabla una conversación con otra persona del sexo opuesto a la que acabas de conocer. El estudio, del que doy detalles más abajo, concluye que las interacciones hombre-mujer afectan negativamente a la capacidad cognitiva de los hombres pero no a la de las mujeres.
Los autores piensan que dejar una buena impresión en el interlocutor del sexo opuesto puede requerir grandes esfuerzos cognitivos: observar con detenimiento al interlocutor, controlar todo lo que sucede a nuestro alrededor, modificar nuestro propio comportamiento para tratar de dar buena impresión ..., son actividades que requieren gran atención y consumen recursos cognitivos, por lo que pueden tener efectos temporales negativos en nuestras capacidades mentales.
Para poner a prueba estas ideas, los investigadores tomaron grupos de voluntarios (hombres y mujeres) y les propusieron series de actividades que requerían cierto esfuerzo cognitivo. En una habitación aislada, cada voluntario se sienta ante un ordenador y se le presentan palabras en azul, verde o blanco. Si la palabra es blanca, el sujeto debe decir si era algo positivo o negativo pulsando un botón u otro del teclado. Si la palabra es de color, entonces debe decir qué color es. Estas pruebas, aunque sencillas, suponen un esfuerzo cognitivo, pues requieren cambio de tareas e inhibición. La tarea de los investigadores era la de medir los tiempos de reacción en las respuestas positivas. Tras varios minutos realizando estos ejercicios, el sujeto pasa a otra sala en la que se encuentra a otro voluntario al que no conoce y que puede ser de su mismo sexo o de sexo opuesto. Entonces se les proponen unos temas de conversación. Tras varios minutos, los voluntarios salen de la sala y vuelven a realizar ejercicios similares con el ordenador.
Tras el experimento, los tiempos de reacción de cada participante se agrupan según el encuentro haya sido entre hombre-hombre, hombre-mujer, mujer-hombre o mujer-mujer. Los tiempos de reacción medios que se obtienen son los siguientes:
Encuentro Hombre-Hombre = 594 +/- 62 milisegundos
Encuentro Hombre-Mujer = 631 +/- 45 milisegundos
Encuentro Mujer-Mujer = 598 +/- 50 milisegundos
Encuentro Mujer-Hombre = 595 +/- 73 milisegundos
Rápidamente vemos que los tiempos de respuesta de las mujeres apenas se han visto afectados por el sexo de su interlocutor. Sin embargo, el de los hombres parece haber sufrido una variación significativa. De hecho, los autores del estudio afirman que sus resultados demuestran que interactuar con una persona del sexo opuesto merma la capacidad cognitiva de los hombres y se preguntan por la relevancia de estos resultados a la hora de evaluar el rendimiento escolar de los niños (quizá parte de la capacidad de los muchachos se disipe en impresionar a sus compañeras!!!).
Personalmente, aunque el estudio es interesante y muy respetable, opino que el margen de error en las medidas mostradas es suficientemente grande como para no poder afirmar con tanta rotundidad como los autores que hay diferencias significativas entre los tiempos de respuesta de hombres y mujeres. No obstante, sí estoy de acuerdo en que la interacción con personas del sexo opuesto puede afectar las capacidades cognitivas de forma notable. Y si no, probad a preguntarle la tabla del siete a una adolescente que acaba de conocer a Bisbal!!! ¿Qué opináis?
Nota: este estudio se hizo sólo con voluntarios heterosexuales.
Publicado el 27 de septiembre de 2009 a las 15:00.