'Les 7 Doigts de la Main', acróbatas de la psique humana
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La compañía canadiense 'Les 7 Doigts de la Main' se encuentra en Madrid desde el 7 hasta el 18 de abril para representar su cuarto y último espectáculo ‘PSY' en el Teatro Circo Price. Este montaje indaga, con una sensibilidad exquisita y un nivel técnico bestial, en la psique humana. Lo hace con once artistas, que se meten en la piel de personajes con otras tantas patologías amnesia mediante diferentes artes circenses sin un hilo narrativo evidente ni obligado por las circunstancias.
La esquizofrenia, los trastornos del sueño, la agorafobia, la personalidad múltiple, el trastorno maníaco-depresivos, la hipocondría, la amnesia, el trastorno explosivo intermitente, la adicción, la paranoia y los trastornos obsesivos compulsivos constituyen el elenco de situaciones mentales propuestas por el cuerpo artístico, que integran miembros como Näel Jammal, Julien Silliau u Olga Kosova. Todos ellos, ambientados por una atmósfera musical adecuada y la moderna funcionalidad de la escenografía, manifiestan y vencen su dolor mental a través del trapecio, los equilibrios, los malabares solos y en grupo, el mano a mano, la báscula, la recepción de saltos y acrobacias, el mástil chino, la manipulación y lanzamiento de cuchillos, la cuerda lisa o la rueda alemana. Así, 'PSY', presenta un meritorio ejemplo de circo contemporáneo manejado desde la dirección artística por Shana Carroll, encargada de la puesta en escena, el escenario y las escenografías.
Situaciones como la de un hombre que escucha voces y trepa sobre un trapecio suspendido de los dedos de los pies cuando se encuentra en el despacho del psiquiatra, el sufrimiento de otro personaje con trastornos obsesivos que huye de los peatones a base de acrobacias, el viaje a la alturas de una mujer marcada por la agorafobia o la agonía de un ser sin identidad entre rostros enmascarados configuran 'PSY', donde los protagonistas tienen su papel, forman parte de los recuerdos de los demás, hacen terapia y actúan también de psicológicos en este embrollo neurótico.
Paisajes cambiantes, sueños borrosos y recuerdos fragmentos elaboran la función, una metáfora de cómo el cuerpo se convierte en instrumento para expresar las visiones, las meditaciones del alma. Según lo expuesto por la compañía canadiense, el cuerpo triunfa durante 'PSY' y el espectáculo transmite el valor y el poder que llevamos en nuestro interior. El alma humana se traduce en múltiples fórmulas de pensamiento o acción que, más de allá de su catalogación médica o la incapacidad personal para asumirlos, suponen un potencial inagotable. Liberémoslo. Por nuestro bien. Y el del arte.
Publicado el 8 de abril de 2010 a las 11:45.