Sandra Hermida o la caras desconocidas pero imprescindibles del cine
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'Garbo: El Espía' se llevó el Goya al mejor documental durante la pasada gala de estos premios. Una de las personas que ha provocado el nacimiento del filme, basado en una figura tan interesante como la de Juan Puyol, se llama Sandra Hermida. Allí estaba. Se acercó al micrófono y realizó su dedicatoria con la profesionalidad que le distingue.
El gran público conoce y reconoce a actores o directores, pero existen numerosas especialidades laborales en el sector fílmico cuyos rostros no adquieren una mínima popularidad, pero sin su trabajo las películas o los proyectos cinematográficos jamás se llevarían a cabo. Simplemente, piensen en la cantidad de nombres que aparecen durante los créditos de un filme. Sandra Hermida pertenece al citado gremio dentro del propio gremio audiovisual español.
A sus 37 años, esta madrileña ha conseguido su segundo Goya. El primero lo logró como directora de producción de 'El Orfanato', la película de José Antonio Bayona. El segundo lo ha obtenido por su implicación en el filme dirigido por Edmund Roch. Desde hace seis años lleva las riendas de Colosé Producciones junto a Javier Soto y su filmografía como directora de producción incluye títulos como 'El alquimista impaciente', 'La noche de los girasoles', 'Retorno a Hansala' o 'Spanish Movie'. Asimismo, entre sus próximos estrenos se encuentra 'Biutiful', el filme de Iñárritu con Javier Bardem.
¿Y qué hace una directora de producción? En primer lugar, señalemos que el productor se encarga de buscar el presupuesto monetario para realizar el proyecto. Entonces, Sandra Hermida entra en acción. "El director de producción se ocupa de coordinar la manera de llevar a imágenes el guión. Es el que sugiere el equipo técnico, negocia las condiciones, hace el trabajo logístico, de localización, etcétera. Pero la motivación del equipo es lo que más influye en que luego funcione", explica Sandra en una entrevista publicada por el País. Aquí, Susana Pérez de Pablos narra un almuerzo con Hermida.
El teléfono y el ordenador son dos prolongaciones corporales, dos órganos externos pero adaptados al funcionamiento vital de Sandra Hermida, una mujer eléctrica, viva en el sentido más expresivo de la palabra. Cuando era una adolescente tuvo muy claro a qué deseaba dedicarse y ha trabajado duro para ello. "Quería hacer las películas que a mí me gustaría ver". Y nosotros verlas.
Publicado el 11 de marzo de 2010 a las 09:45.