Archivado en: Nine, Rob Marshall, musical, Broadway, Penélope Cruz, Daniel Day-Lewis, Marion Cotillard, Judi Dench, Kate Hudson, Guido Contini
Rob Marshall apuesta, una vez, por el género musical y firma esta versión del famoso espectáculo escenificado en Broadway que, a su vez, surgió como una adaptación de ‘Ocho y medio', aquella obra cinematográfica a principios de los 60 utilizando a Mastroianni de alter-ego. Lo hace con esta producción golosa, un reparto potentísimo y un contenido que deja muy buen sabor de boca, aunque todavía le falte magia para adquirir la categoría de obra maestra.
'Nine' hará las delicias de los melómanos, de quienes idolatran el clasicismo fílmico o a actores tan extraordinarios como Daniel Day-Lewis, el Guido Contini de Marshall. Nadie duda sobre las capacidades interpretativas de Lewis, pero su faceta vocal y coreográfica no está a la altura de las circustancias. Durante la proyección, éste, director de cine, sufre una depresión artística galopante. A este hecho, se unen sus diversos compromisos sentimentales con el sexo femenino. Aquí aparecen una excepcional Marion Cotillard y Penélope Cruz, fantástica a la hora de exprimir su personaje. Además, borda la llamada al Vaticano. También sobresale Judi Dench, filósofa en estado puro. La señora Kidman pasa casi desapercibida y el resto del elenco cumple con lo previsto.
El ejercicio audiovisual deslumbra, la fotografía absorbe al espectador en una orgía glamourosa y los números se convierten en transmisores de un mensaje duro, picante, erótico. Sus letras asociadas a las manifestaciones gestuales ponen sobre la mesa numerosos sentimientos relacionados con la lujuria vital o las consecuencias del estilo de vida artístico. 'Nine' derrocha pasión, calculada con precisión. Los musicales están de enhorabuena. Ya existe una referencia cinematográfica más a tener en cuenta.
Publicado el 26 de enero de 2010 a las 14:15.
