Tricicle, una receta efectiva para sentirse sano
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Joan, Carles y Paco manejan el humor gestual con una habilidad extraordinaria. Por eso llevan 30 años dando forma a Tricicle, su compañía teatral, y llenan los teatros allá donde van. Hasta el 21 de marzo, representan 'Garrick' en el Teatro Compac Gran Vía de Madrid y el público aguarda con ansiedad en la entrada del recinto la llegada de este instante en el que los tres salgan al escenario para ofrecer una de sus habituales sesiones de risoterapia. La sanidad española debería recomendar que los pacientes acudan a eventos como éste porque uno se muere de la risa ante ellos y sale más sano del teatro. De hecho, tengo entendido que algún médico lo ha hecho.
'Garrick' es el último montaje teatral de los siete realizados por Tricicle, se estrenó en mayo del 2007 y su currículum incluye más de 500 funciones. La obra supone una especie de homenaje a David Garrick, un comediante inglés del siglo XVIII convertido en el primer 'risoterapeuta' por los miembros de la compañía, y realiza un desternillante recorrido por la tipología de las bromas y las clases de humor, utilizando diversos ejemplos que adornan tales teorías, al mismo tiempo que ensalza el nivel artístico de Tricicle. Con una escenografía sobria, muy funcional y constantes cambios de vestuario, 'Garrick' se convierte en un viaje a la cotidianeidad, utilizando una metodología ingeniosa, picante.
El hombre es el único animal que se ríe, pero Joan, Carles y Paco serían capaces de transformar los sonidos onomatopéyicos de una oveja en la carcajada más potente que conozcan. Todas las escenas, sean propias del humor gráfico o de cuento radiofónico sensorial, se reducen a un 'gag' contundente, profundo, que entra por los ojos y se incrusta en el alma. Además, al término del espectáculo regalan un pequeño extracto que resume sus 30 años de carrera. Entonces, juegan como niños con un balón de playa, reparten periódicos como ostias en el patio de butacas y representan aquello de 'Soy un truhán, soy un señor' que decía Julio Iglesias. Entre nosotros, había un espectador de excepción: Chicho Ibañez Serrador. Los Tricicle, conscientes de su presencia, agradecieron al mítico realizador de cine y televisión (que nos hizo tan felices con creaciones como 'Un, dos, tres') su ayuda cuando todavía no eran nadie. ¿Quieren una receta contra la infelicidad? 'Garrick'. La medicina les saldrá muy barata.
Publicado el 15 de febrero de 2010 a las 10:30.