Butaca numerada

El Ministerio de Cultura ha anunciado el nuevo Premio Nacional de Cinematografía y el galardón ha sido para Álex de la Iglesia, actual presidente de la Academia de Cine, y una de las figuras más conocidas del séptimo arte durante las últimas dos décadas, desde el estreno de aquel corto, 'Mirindas asesinas' (1991), que le abrió las puertas de la popularidad.

Después, vendría su primer largo, 'Acción Mutante' (1993) y numerosas películas entre las que destaca 'El día de la Bestia' (1995)', obra ganadora de seis premios Goya. Entre ellos, a la mejor película, director y guión original. 'Muertos de risa', 'La comunidad', '800 balas' o 'Los crímenes de Oxford' son otros títulos en la filmografía de este bilbaíno de 44 años que se licenció en Filosofía por la Universidad de Deusto y que ha sido un apasionado historietista.

Una trayectoria "innovadora y transgresora" ha sido el motivo principal para que Álex de la Iglesia haya recibido este premio y la aportación del artista "ha enriquecido el lenguaje nuestro cine", según el Ministerio de Cultura. Además, su papel al frente de la Academia también ha sido considerada como mérito en semejante distinción, concedida por el Instituto de la Cinematografía y de las Artes Audiovisuales (ICAA). Director, guionista y productor, Álex de la Iglesia se encuentra en estos  momentos en la fase de montaje de' Balada triste de trompeta', su próximo filme. Se trata de una comedia con tintes dramáticos con actores como Carlos Areces y Antonio de la Torre. 

Publicado el 2 de julio de 2010 a las 18:30.

Cuando observas la Gran Vía madrileña desde Cibeles, al final de Montera, en Callao o subiendo por Plaza España, comprendes el poderío cinematográfico de esta calle, que cumple 100 años de vida. ¿Qué filmes recuerdan sobre este escenario? Si no tienen demasiada memoria histórica, habrá dos que aparecen en letras mayúsculas durante los últimos quince años. Aquí va la primera.

Santiago Segura y compañía no se subieron al letrero de la conocida marca en Gran Vía, pero así lo parece. Como bien sabrán, la escena pertenece a 'El día de la bestia', película dirigida por Álex de la Iglesia en 1995 y que supuso un gran 'taquillazo' por aquel entonces. Poco después, Alejandro Amenábar, que había triunfado con su ópera prima 'Tesis', emocionó al respetable con aquella secuencia en la que veíamos una Gran Vía completamente vacía. ¿Se lo imaginan? Eso es lo que pensaba el personal principal del filme, protagonizado por Eduardo Noriega. A falta del vídeo que ilustre el citado momento cinematográfico, compartamos otro inquietante momento de 'Abre los ojos' (1997).

Publicado el 23 de marzo de 2010 a las 19:45.

¿Saben cuál fue el nombre utilizado por Álex de la Iglesia y Almodóvar para qué este último se alojase en un hotel cercano a la gala de los Goya 2010 y apareciese posteriormente por sorpresa?  Roger O. Thornhill, uno de los protagonistas del filme 'Con la muerte en los talones'. Así lo ha afirmado el propio Álex en algunos medios de comunicación para regocijo cinematográfico de quienes hemos seguido con cariño los últimos acontecimientos del evento. Al director de la Academia le costó lo suyo convencer a Pedro para que volviese a los Goya. El director manchego llevaba muchos años cabreado con la política de votaciones existente en este organismo artístico y todavía tiene en la retina el escaso recibimiento profesional que recibieron títulos suyos como 'Hable con ella' o 'La mala educación'. Sin embargo, Álex de la Iglesia ha recuperado a Almodóvar para la causa. Se merece un Goya por el trabajo bien hecho. A última hora del día anterior a la gala, Pedro le dio el sí a Álex y sólo la directora de producción del evento conocía la presencia del invitado, quien siguió la gala por televisión en un hotel cercano, donde se registró como Roger O.Thornhill, el verdadero nombre del publicista interpretado por Cary Grant en 'Con la muerte en los talones', la mítica película de Hitchcock. Qué puntazo.

Estos días le daremos vueltas a la situación del cine patrio y a las películas galardonadas, pero quiero finalizar este escrito aludiendo a la figura de Antonio Mercero. En primera lugar, os recomiendo el precioso artículo de mi amiga Patricia Costa en su blog 'Asuntos Pendientes'. Dos de los hijos de Mercero, presentes en la ceremonia, dijeron que, quizá, la única cosa buena que tiene el Alzheimer es que puedes ver 'Cantando bajo la lluvia' 500 veces siempre como si fuera la primera vez. Esta es la película favorita de Antonio y, según comentan, la ha visto decenas de veces. Sin lugar a dudas, ha sido una de las metáforas más bonitas que he escuchado jamás. Qué grande es el cine, Antonio.

Publicado el 16 de febrero de 2010 a las 08:45.

El 2009 ha sido un gran año para el cine español por la cantidad de títulos que han atraído la atención de los espectadores, porque el sector cinematográfico patrio se ha rasgado las vestiduras estilísticas y por otro gran motivo: la elección de Álex de la Iglesia como director de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España. Desconozco cuál ha sido su trabajo 'administrativo', pero ha insuflado a este organismo una imagen fresca, atrevida. Asimismo, sus declaraciones públicas desde que asumió el citado cargo desprenden un positivismo y un espíritu crítico sobre el trabajo audivisual nacional con el que comulgo totalmente. De hecho, su discurso en la gala de los Goya 2010 merece un profundo análisis. Más de uno debería aplicárselo. El 'buen rollo' exhibido por todos durante la gala no evita la necesidad de mirarse al ombligo, pensar en los errores y seguir trabajando a tope.

Andreu Buenafuente condujo una gala cuya duración se acercó a las tres horas y en las que tuvo un protagonismo menor de lo esperado. Su 'mojadura' inicial, esa incursión en las butacas cámara en mano, el diálogo con Pocoyó o su disputa con Rosa María Sardá demostraron la calidad artística de Andreu, quien protagonizó un corto divertidísimo como arranque de la gala. Aunque mi quiniela de la semana pasada haya sido un desastre, la enorme calidad de los nominados en todas las categoría hacía muy difícil la posibilidad de acertar múltiples premios. Exceptuando la falta de un traductor en determinados premios de la gala, algunos problemas técnicos con el sonido y la falta de organización en el premio concedido a Soledad Villamil, el evento se ganó un notable alto con Álex de la Iglesia como maestro de ceremonias en la sombra. Sus palabras a Antonio Mercero durante la entrega del Goya de Honor y el trabajo realizado para lograr la presencia de Almodóvar son detalles encomiables para un cinéfilo dispuesto a darlo todo por el cine español, desde una óptica sensata.

Publicado el 15 de febrero de 2010 a las 10:00.