'Nacidas para sufrir', un interés paliativo transformado en amor
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Albaladejo aumenta su filmografía con esta comedia romántica (así la define) que arranca pequeñas carcajadas del espectador, aunque la impresión final deje un sabor dramático en el paladar audiovisual. Pese a esta curiosa contradicción, la película tiene pinta de convertirse en un título muy interesante para este 2010.
El director de ‘Cachorro' o Volando Voy', que ha escrito el guión de la obra, nos presenta la intensa relación sentimental existente entre Flora (Petra Martínez) y Purita (Adriana Ozores) en un pequeño pueblo. La primera está obsesionada con la idea de que alguien la cuide en sus últimos años de vida, no se fía de sus sobrinas que aparentemente quieren meterla en una residencia y pone sus ojos en la segunda, una chica que trabaja en su casa haciendo las labores domésticas. Un curioso contrato afectará a sus vidas.
El filme, cuyo final agrada, desprende ese humor negro y costumbrista propio del cine español durante los 60, y juega con términos tan poco absolutos como la bondad o la maldad. La relación entre Flora y Purita, un gran dúo interpretativo, se pondrá a prueba con diferentes sucesos en un guión donde todos los personajes poseen vida propia. Eso sí, unos minutos menos de metraje aumentarían su calidad. La película permite diversas lecturas sobre las intenciones de unas mujeres muy creíbles en este siglo XXI.
Publicado el 10 de febrero de 2010 a las 10:15.