El pasado viernes, desde esta misma tribuna, y sin que por un instante pudiera imaginar lo que iba a acontecer horas después en Gamonal, decía que solo con diálogo y colaboración con los colectivos afectados, vecinos y comerciantes principalmente, sería posible la normal ejecución de las obras del bulevar.
Esa misma noche, un grupo de radicales -solo así puede llamarse a quienes escondidos tras el gorro y pasamontañas emplean la violencia para mostrar su rechazo o disconformidad- irrumpía en las movilizaciones vecinales contaminando las protestas ciudadanas contra una actuación urbanística que se empezó a gestar hace ya dos años, pero que no ha sido hasta hace unos meses cuando ha suscitado las mayores críticas. Fue entrar las máquinas y liarse.
Quemar contenedores y casetas de obra, arrancar bancos y elementos del mobiliario urbano, romper marquesinas y cabinas telefónicas, y lanzar piedras contra sucursales de ahorro y vehículos policiales son en democracia y en un Estado de Derecho actuaciones intolerables que han proyectado al mundo una imagen de Burgos que nada tiene que ver con la urbe en que vivimos.
Los altercados e incidentes de violencia callejera ocurridos estos últimos días en Gamonal no obedecen solo al rechazo a la construcción del bulevar. Hay algo más. La crisis nos golpea con fuerza desde hace años y ha provocado un mayor distanciamiento y desconfianza de los ciudadanos respecto de la clase política. Siempre hay una gota que colma el vaso y hace que éste rebose. La paciencia de los ciudadanos se agota, pero lejos de actos violentos, hay muchas otras formas de trasladar el mensaje a los gobernantes de turno.
El alcalde, paralizando temporalmente las obras y dando inicio a un periodo de diálogo, tiende la mano a los vecinos y comerciantes de Gamonal y grupos políticos para buscar el mayor consenso respecto a un proyecto que vuelve a los despachos porque, como dijo el regidor, “es mucho más importante la convivencia entre todos los ciudadanos que 50 obras juntas”. Por el bien común, ahora más que nunca es imprescindible dialogar.
Publicado el 17 de enero de 2014 a las 01:00.