Alonso, de la empresa a la política, por hartazgo
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La irrupción en el escenario político del que ha sido presidente de la Federación de Asociaciones Empresariales de Burgos durante los últimos siete años, Roberto Alonso, es, junto con la renuncia del actual alcalde, Juan Carlos Aparicio, a encabezar la candidatura del PP a la Alcaldía de Burgos en las elecciones del 22 de mayo, y a falta de que José Mª Peña confirme públicamente su abandono definitivo de la política, la principal novedad de la nueva contienda electoral.
Alonso oficializaba el miércoles día 12 su salto a la política municipal de la mano de Unión, Progreso y Democracia (UPyD), partido del que será cabeza de lista. Lo hacía en la sede de FAE, emocionado, tras despedirse de su junta directiva y con el objetivo de “aportar algo” a la sociedad burgalesa en esta nueva etapa que comienza.
Cuando una persona como Roberto Alonso, empresario con más de 40 años de experiencia, sin militancia, decide a sus 64 años entrar en política, cabe plantearse alguna que otra reflexión acerca de los motivos que pueden impulsar a un hombre como él a tomar semejante decisión, valiente donde las haya. Confesaba Alonso en su comparecencia que asume esta responsabilidad porque se lo han pedido y porque está, como muchos otros ciudadanos, “harto” y “desencantado” de la actual clase política.
El discurso de Alonso suena limpio, un tanto utópico, eso sí, y muy diferente a los que nos tiene acostumbrada esa clase política tan cuestionada hoy en día. Aboga por una forma de gobernar basada en la optimización de recursos, alejada de la confrontación, que priorice los intereses ciudadanos y no los del partido y que se base en la búsqueda de acuerdos y unión de voluntades. Promete trabajo, honestidad, sentido común e inteligencia emocional. Alonso ha desvelado sus cartas, con las que todo apunta que pueda dar alguna sorpresa.
Publicado el 14 de enero de 2011 a las 13:15.