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La cifra global de turistas llegados a Burgos ha decrecido un 1,6% interanual en el pasado mes de julio, de tal forma que el crecimiento acumulado anual se retrae hasta el 1,8%. Esta es una de las conclusiones recogidas en el último número mensual del Boletín de Indicadores Económicos de la Cámara de Comercio de Burgos, y que apunta en la misma línea en la que ya se han pronunciado diversas voces representativas de la hostelería y el turismo en nuestra ciudad, alertando sobre el estancamiento que vive el sector.
Castilla y León es el destino preferido en alojamientos de turismo rural, con 168.754 pernoctaciones el pasado mes de julio, un 17,3% más que en julio de 2010, y 67.664 viajeros. Así lo refleja el INE en la Encuesta de Ocupación en Alojamientos Turísticos extrahoteleros, hecha pública el pasado 31 de agosto. Sin embargo, esta comunidad, y por extensión el conjunto de sus provincias, sigue con una de las estancias medias más bajas de toda España, 2,49 días. Cifra que casi le hace estar empatada con las comunidades de Castilla-La Mancha (2,44) y Extremadura (2,53). Tan solo Madrid (1,96) y Galicia (2,21) registran peores datos.
La gran asignatura pendiente en el ámbito del turismo en Castilla y León y, en todas y cada una de sus provincias, es incrementar la estancia media por viajero. Esta Comunidad oferta cerca de 30.000 plazas en 3.250 alojamientos rurales, pero el grado de ocupación por plaza sigue siendo bajo:18,29%. A pesar de ello, Burgos, con su 340 alojamientos rurales y 3.596 plazas, ha conseguido colarse entre las 15 provincias españolas con mayor número de pernoctaciones. El pasado julio se registraron 7.170 viajeros, 22.733 pernoctaciones y una estancia media de 3,17 días. Si en la provincia se puede llegar a esta media, ¿por qué no en la capital? Urge un replanteamiento de la estrategia turística local para que el viajero venga y se quede, pero no solo unas horas.
Publicado el 16 de septiembre de 2011 a las 14:15.