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Burgos y provincia están de luto. Las obras de construcción de la presa de Castrovido, polémicas en sí por el retraso que acumulan (comenzaron hace siete años) y los sucesivos modificados al proyecto inicial, se cobraron el miércoles día 5 la vida de cuatro trabajadores, tres hombres y una mujer, y ocasionaron heridas a otros dos empleados. Su pronóstico, según el último parte médico del Complejo Asistencial de Burgos, donde permanecen ingresados, es grave. Estaban trabajando en el muro de la presa en la zona de terrazas cuando se desprendía una cuba con 20 toneladas de hormigón de los cables que la sustentaban y caía sobre el grupo de trabajadores desde una altura de más de diez metros.
Desde estas líneas nos solidarizamos con los familiares de las víctimas y los heridos, a quienes deseamos una pronta recuperación.
Con este siniestro, el número de víctimas mortales en accidente laboral en lo que va de año en Burgos se eleva a diez y a 36 en Castilla y León, según han recordado los sindicatos. Demasiadas muertes en el lugar de trabajo. Ante sucesos tan trágicos como el acontecido en Castrovido, siempre surge el mismo interrogante: ¿se pudo haber evitado? La investigación determinará la causa del desprendimiento y si ha sido resultado de una falta de medidas de seguridad y se ha incumplido la normativa de Prevención en Riesgos Laborales.
La Ley de Prevención de Riesgos Laborales establece en su capítulo 1º que la prevención de los riesgos profesionales para la protección de la seguridad y la salud conlleva actuaciones a desarrollar tanto por las administraciones públicas, empresarios, trabajadores y sus organizaciones representativas, empresariales y sindicales. Nunca se debe bajar la guardia ni relegar a un segundo plano las políticas en materia de prevención.
Publicado el 7 de octubre de 2011 a las 13:30.