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El de las multas de la ORA o por infracciones de tráfico es un tema delicado que levanta ampollas. A ningún ciudadano le hace gracia recibir notificaciones al respecto y, quiero creer, que a ningún agente le satisface tener que hacer uso de las multas, pero lo cierto es que las normas están para ser cumplidas y, cuando esto no ocurre, minorar las economías domésticas en forma de sanción parece ser el único recurso al que recurrir para reconducir prácticas y actitudes incívicas.
Esta semana, el concejal socialista Antonio Fernández Santos ponía en entredicho la gestión del cobro de las sanciones impuestas por la Policía Local por infracciones de tráfico y ORA. Acusó al Ayuntamiento de cobrar en 2009 solo el 40% de las denuncias por infracciones de tráfico y el 50% de las de la ORA.
“Si solo se cobra la mitad de las multas tramitadas -comentaba el concejal socialista-, algo funciona mal, y cuando los infractores no tienen la sanción que está estipulada en el Código de Circulación, primero, son más propicios a cometer infracciones y, segundo, los policías locales, que son los encargados de poner las denuncias, acaban desanimándose”.
Ante estas graves acusaciones, el jefe de la Policía Local, Fernando Sedano, ha comparecido públicamente para “avalar sin fisuras la gestión eficaz, rigurosa y solvente que sobre las denuncias por infracciones de tráfico y ORA llevan a cabo diariamente los funcionarios que tienen encomendada esa labor”. Con los datos en la mano, afirmó que “la eficiencia con la que hoy se gestiona esta materia dista mucho de épocas pasadas”.
Aún teniendo en cuenta que las incidencias administrativas de los expedientes sancionadores pueden dilatar en el tiempo el cobro de las multas, sembrar la duda y la confusión en la gestión de las sanciones solo genera desconfianza entre la ciudadanía.
Publicado el 3 de diciembre de 2010 a las 14:00.