Archivado en: gripe A H1N1, Ministerio de Sanidad y Consumo, Trinidad Jiménez
Ya saben que desde el pasado mes de abril, estamos en situación de ‘alerta global de salud pública’ ante la aparición de la nueva gripe A H1N1. Hoy, la ministra de Sanidad y Consumo, Trinidad Jiménez, ha comparecido ante la Comisión de Sanidad y Consumo del Congreso de los Diputados para informar sobre las medidas que el Gobierno está tomando y tiene previsto adoptar en relación a la situación generada por la gripe A H1N1 en España.
A 27 de julio de 2009, el número de casos confirmados en nuestro país asciende a 1.806. Los más graves se encuentran en adolescentes y adultos jóvenes.
La ministra nos ha dicho que cada vez hay más fallecimientos –35 en la Unión Europea: 29 en el Reino Unido y 6 en España–; que el virus se encuentra difundido ampliamente en nuestra población, con diversos grados de penetración en las distintas Comunidades Autónomas; y que de acuerdo con las recomendaciones de las autoridades internacionales han dejado de contabilizar los casos confirmados en su totalidad. También nos ha recordado que es imposible la contención de la extensión del virus y que por tanto, los esfuerzos deben centrarse en mitigar el impacto y los daños que la nueva gripe pueda causar en términos sanitarios, sociales y económicos.
Ante el notable incremento en el número de casos, los ciudadanos demandamos de nuestras autoridades, sanitarias en este caso, medidas y respuestas eficaces que contribuyan a hacer frente a la evolución de la pandemia en las mejores condiciones. El Gobierno ha decidido adquirir vacunas para dar cobertura hasta a un 40% de la población española, unos 37 millones de dosis (se necesitan dos dosis por persona vacunada) que estarán disponibles a partir del otoño. Los denominados grupos de riesgo o población diana serán los destinatarios de las vacunas, entre ellos trabajadores sanitarios y de otros servicios esenciales básicos, mujeres embarazadas, los niños de hasta 14 años, y todas las personas afectadas con patologías crónicas severas, como, por ejemplo, enfermedades cardiovasculares, respiratorias (como asma o EPOC), diabetes, insuficiencia renal o pacientes inmunodeprimidos.
El 60% de la población que no vamos a ser vacunados, inicialmente al menos, nos tendremos que conformar con adoptar las medidas preventivas que nos recomiendan desde el Ministerio como lavarse las manos frecuentemente con agua y jabón; taparse la boca y la nariz al estornudar o toser, a ser posible con un pañuelo desechable; contactar con los servicios sanitarios si comienzan los síntomas de la gripe; o guardar reposo en casa, si ya se ha contraído siguiendo los consejos médicos. Medidas todas ellas que cualquier persona con sentido común las aplica ya en su vida diaria y mucho antes de la aparición de la gripe A.
“Insisto, es necesario trasladar un mensaje de tranquilidad a los ciudadanos. No tenemos que
cambiar nuestros hábitos de vida. No hay motivos para la alarma social. Las autoridades
sanitarias estamos vigilantes y atentas día a día, y estamos preparados para cualquier
eventualidad”, ha dicho la ministra.
Ante sus palabras, yo ya me quedo mucho más tranquila.
Publicado el 27 de julio de 2009 a las 19:45.