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El pasado lunes día 28 entró en vigor una decisión gubernativa con la que no puedo estar más en desacuerdo. Y tras esta afirmación, no adivinen un posicionamiento ideológico a favor o en contra del Gobierno de turno, porque no lo van a encontrar.
Me estoy refiriendo a la posibilidad ya real de poder adquirir en las farmacias sin receta médica, y por unos 18 euros, la PDD, la píldora del día después o postcoital. El objetivo del Ministerio de Sanidad y Política Social con esta medida es reducir el número de embarazos no deseados. En el año 2007, en España se produjeron 112.138 interrupciones voluntarias del embarazo, de las que más de 6.000 lo fueron en menores.
La medida ha entrado en vigor sin apenas ruido, ya se encargan los políticos de desviar la atención hacia otros asuntos y los medios, una gran mayoría, de acompañarles en su intento y estrategia. Considero que esta medida, como otras muchas, debería haber sido objeto de un mayor debate social y dando más peso al criterio médico.
Los médicos, los farmacéuticos, los profesionales sanitarios en su conjunto, que creo que de este tema saben algo más que los políticos y que usted y que yo, han advertido de los riesgos reales que conlleva la utilización de la PDD sin receta médica. Ninguna paciente, ninguna usuaria de la píldora del día después es igual a otra, y debería corresponder al médico valorar en cada caso particular su utilización a la que vez que advertirle de los riesgos y efectos secundarios, porque no nos engañemos, la ingesta de esta píldora está contraindicada en más de un supuesto. ¡Tanta campaña para un uso racional del medicamento y reducir la automedicación y va Sanidad y abre la veda, siguiendo la estela de al menos 15 países europeos en los que la anticoncepción hormonal de urgencia es de libre dispensación! ¡No vamos a ser menos!
He hablado en las últimas horas con varios farmacéuticos con oficina en Burgos (no les conocía de nada, no vayan a pensar que estaban ya preseleccionados para que se posicionaran en contra) y todos ellos han mostrado su disconformidad con esta medida, que hasta han llegado a calificar de "peligrosa".
Una vez más, creo que la solución a los embarazos no deseados no pasa por el hecho de que una mujer en edad fértil, menor de edad o no, pueda comprar libremente, sin receta médica, la píldora del día después, no exenta de contraindicaciones, sino por mejorar la educación sexual de nuestros adolescentes. El punto de vista sanitario debería haber prevalecido en esta decisión.
Y cómo supongo que se estarán preguntando si estas farmacias han vendido ya desde la entrada en vigor de la medida alguna PDD, les diré para su información que en una de ellas ya había mujeres esperando a las nueve de la mañana del lunes para adquirir líbremente y sin receta médica este anticonceptivo hormonal de urgencia.
Publicado el 30 de septiembre de 2009 a las 20:45.
