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Recibo el boletín informativo correspondiente al mes de marzo de la Asociación ‘Amigos de Medina de Pomar'. Recorro sus páginas y me detengo en la entrevista que realizan a Lázaro Martínez de Arbulo, director del IES Castella Vetula.
El titular, en sí mismo, ya invita a la reflexión: "Aconsejo a los alumnos asistir a clase, portarse bien, atender las explicaciones y adquirir el hábito de trabajar (en tareas escolares), al menos, dos horas diarias en casa".
Y es que los adolescentes de hoy poco tienen que ver con nuestra adolescencia. Sabios consejos los del director de este centro educativo que no deberían ser objeto de ‘negritas' por lo evidentes que resultan.¿Acaso tienen otras obligaciones, responsabilidades, los chavales y chavalas en esta etapa de su vida? ¿Hay que estar constantemente recordándoles que su futuro depende, en gran medida, de la educación, formación y cualificación que adquieran en su etapa de estudiantes? Se supone que están formándose para el día de mañana ser independientes y realizarse personal y profesionalmente, pero la realidad, y no debemos generalizar, es que a esas edades hay demasiado absentismo escolar, demasiadas faltas de respeto a los profesores en las aulas, poco esfuerzo y espíritu de sacrificio, poca motivación y mucho pasotismo. ¡Luego nos quejamos de los índices de abandono y fracaso escolar! Un 18% de media en la Unión Europea y un 30 en España.
Valores como el esfuerzo, el estudio y la constancia deberían ser monedas de cambio sólidas hacia un futuro con garantías, pero sin embargo, nuestros adolescentes reciben demasiados mensajes que ahondan en que lo que importa es el éxito social rápido y el ser popular y cuyos referentes son los ‘grandes hermanos' televisivos. ¡Qué pena!
Publicado el 13 de abril de 2010 a las 21:00.