Que la situación económica que atraviesa España es muy complicada, es evidente. Como también lo es que la crisis ha traído un empeoramiento de las condiciones de vida para muchos españoles y que los indicadores de actividad y empleo cada vez son peores.
Las primeras medidas para hacer frente al deterioro de la economía llegaron de la mano del sector privado; pymes y autónomos fueron los primeros en alertar de lo que se nos avecinaba. Mucho tiempo después llegaron, con cuentagotas, los primeros recortes al sector público, pero estamos viendo que apenas alcanzan a la clase política, que sigue sin aplicarse medidas ejemplarizantes de calado que realmente evidencien ante los ciudadanos que también ella se está apretando el cinturón. El ‘tijeretazo’ parece que no va con los políticos, o que no les afecta tanto como al resto de los trabajadores. Los 17 ‘miniestados’ que conforman España requieren de un mayor ajuste económico y adelgazar sus mastodónticas estructuras.
Las medidas anunciadas el día 11 por el presidente Rajoy, que no ha hecho sino acatar los requerimientos de Bruselas para cumplir con el objetivo impuesto de reducción del déficit del Estado, suponen otra estocada más a las maltrechas economías domésticas. Los ciudadanos ya no sabemos de donde recortar para llegar a final de mes sin que los números rojos nos quiten el sueño. Los ingresos menguan y los gastos aumentan. Lo mismo les ocurre a las administraciones, pero a diferencia del españolito de a pie, el Estado vía subida de impuestos verá muy rápidamente aumentado su capítulo de ingresos.
La subida del tipo general del IVA del 18% hasta el 21%, situando a España por encima de la media de la Eurozona, que es del 20%, y por delante de países como Alemania, Francia y Reino Unido; la reducción de la prestación por desempleo; la desaparición de la desgravación en el IRPF por compra de vivienda y el resto de medidas anunciadas por Rajoy tendrán, más allá del ahorro que suponga para las arcas públicas, un impacto directo sobre el crecimiento económico, que a día de hoy es impredecible.
Publicado el 12 de julio de 2012 a las 23:00.