La protesta en la calle se impuso a la huelga
Archivado en: Economía, crisis, huelga general, 29-M, sindicatos
Y ahora, ¿qué?, se preguntarán muchas personas después de la jornada de huelga general del 29 de marzo.
Lo cierto es que si la guerra de cifras en cuanto a seguimiento es práctica habitual en cada convocatoria, según sean los sindicatos o la patronal o la Administración quien pone sobre la mesa las cifras de participación, lo cierto es que la protesta del jueves, más allá del éxito o fracaso con el que unos y otros la han calificado, culminó con manifestaciones masivas en las principales ciudades españolas.
También en Burgos, donde el rechazo a la reforma laboral del Gobierno de Mariano Rajoy sacó a la calle a 9.000 personas, según la Delegación del Gobierno en Castilla y León, cifra que los sindicatos elevan hasta las 20.000. Lo cierto es que desde la redacción de Gente en Burgos, en el nº 9 de la calle Vitoria, fuimos testigos del desarrollo de la misma y transcurrieron 55 minutos de reloj desde la cabeza de la marcha hasta la cola. Seguramente no fueron ni 9.000 ni 20.000 los manifestantes, pero teniendo en cuenta que en Burgos capital la cifra de parados a 29 de febrero ascendía a 18.921, me inclino a estimar una participación próxima a las 15.000 personas.
En Castilla y León, la Delegación del Gobierno cifra en 76.800 el número de manifestantes por las principales ciudades de la región y los sindicatos hablan de 160.000. De nuevo guerra de cifras que no lleva a ninguna parte. Tras observar la participación que han tenido las manifestaciones en las principales ciudades españolas, la conclusión a la que se llega es que la protesta social en la calle ganó a la protesta en los centros de trabajo, muchos de los cuales bajaron la persiana para evitar incidentes y problemas con los piquetes y otros acordaron ese día que fuera vacacional, de asuntos propios o recuperable.
Publicado el 30 de marzo de 2012 a las 13:30.