Noticias de Burgos

Noviembre de 2009. El Ministerio de Política Territorial presentaba el Plan de dinamización económica y de medidas para el empleo para la zona de influencia de la central nuclear de Santa María de Garoña, en el que, entre otras medidas, se anunciaba la conversión en Autovía de la carretera N-I, en el tramo comprendido entre Burgos y Miranda de Ebro. El coste total estimado de esta actuación superaría los 650 ME. 

Transcurrido poco más de un año de aquel anuncio, donde el Ministerio ‘dijo digo, ahora dice Diego’, y es que tan popular refrán viene como anillo al pelo para definir este cambio de planes del Ejecutivo central.

La Asociación de Vecinos Nuestro Barrio ha remitido a los medios de comunicación una misiva del Defensor del Pueblo, con fecha 31 de marzo de 2011, en la que esta institución da cuenta a la asociación vecinal de un informe de la Dirección General de Carreteras que no deja lugar a dudas sobre el nuevo planteamiento del Gobierno en relación con el itinerario Burgos-Miranda: “Se llevará a cabo la adaptación a autovía de la AP-1 con las adecuaciones que sean necesarias, por lo que se ha anulado el proceso de licitación para la redacción del Estudio Informativo que contemplaba diversas alternativas para la conversión de dicho itinerario en autovía libre de peaje. Así pues, se procederá a llevar a cabo las actuaciones necesarias para transformar la AP-1 en autovía libre de peaje en el tramo Burgos-Miranda”.

Al margen de este cambio de planes, la Dirección General de Carreteras aclara que “aún no está prevista ninguna actuación concreta”, por lo que habrá que seguir esperando una solución definitiva, que hasta la fecha, ni PP ni PSOE,  han sabido plantear. Liberar la autopista de peaje AP-1, si no se contemplan medidas adicionales, no va a ser suficiente para reducir la alta siniestralidad del corredor viario entre Burgos y Miranda. La densidad de tráfico que soporta y la alta siniestralidad que registra obligan al Gobierno a no escatimar inversiones en el único tramo viario de la red de carreteras radiales del Estado que permanece sin desdoblar.

Publicado el 8 de abril de 2011 a las 12:45.

De cortés, pero desalentadora. Así ha calificado el presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, la reunión mantenida el día 3 con el ministro de Fomento, José Blanco, para conocer los planes del Gobierno de España en relación con las infraestructuras viarias y ferroviarias de la Comunidad Autónoma.

Quien pensara que tras siete meses de espera -la reunión se solicitó por parte de Herrera el pasado 8 de abril-, Blanco iba a concretar con fechas, plazos y presupuestos detallados cada una de las infraestructuras pendientes de ejecución o finalización que son de su competencia, se ha equivocado. Lo cierto es que si separamos la paja del grano de lo que ha dado de sí la reunión, granos quedan muy pocos.

Si nos detenemos en lo que concierne a la provincia de Burgos, el ministro explicó que todos los tramos de las Líneas de Alta Velocidad a Burgos “se encuentran en fase de obras y avanzan según lo previsto”. Luego nos enteraríamos por el titular del ejecutivo regional que la alta velocidad, según comentó el ministro, llegará a Burgos en 2015 dado que está previsto que llegue al País Vasco en 2016.

En cuanto a la conexión Miranda de Ebro-Logroño, Blanco tan solo recordó que el Ministerio ha adjudicado hace unas semanas el estudio informativo de este tramo del Corredor Cantábrico-Mediterráneo.

En el capítulo de infraestructuras viarias, el balance deja mucho que desear.  Sobre la Autovía del Duero, el ministro anunció que en 2011, para agilizar la construcción, se iniciará su licitación a través del plan de colaboración público-privada. Lo mejor es lo que dijo sobre la Ronda de Burgos -anunció que continuarán las obras (no dijo cuándo)- y sobre la Variante de Aranda, que se retomará a través del PEI. No sé a ustedes, pero a mí me han quedado muchas dudas.

Publicado el 5 de noviembre de 2010 a las 14:00.

Decepcionante se puede calificar, en mi modesta opinión, claro está, el resultado de la reunión mantenida el miércoles día 28 en Madrid entre dirigentes socialistas de Burgos con la secretaria general de Infraestructuras del Ministerio de Fomento para analizar el impacto del ajuste presupuestario anunciado la semana pasada por el ministro José Blanco, y que en Castilla y León se traduce en la supresión de cuatro obras en carreteras, todas ellas en la provincia de Burgos, y tres en ferrocarriles.

Y califico de decepcionante porque tras escuchar las explicaciones dadas por el secretario general del PSOE de Burgos, José Mª Jiménez, y el secretario general de la Agrupación Municipal Socialista, Luis Escribano, sobre lo que allí se habló, a servidora le da la sensación de que lo único que se han traído los socialistas burgaleses del viaje a Madrid son buenas palabras, como no podía ser de otra forma, y un titular para la hemeroteca de la prensa local del tipo ‘El Ministerio de Fomento revisará la situación del contrato del último tramo de la circunvalación de Burgos’.

Los burgaleses estamos más que hartos del retraso que esta ciudad viene sufriendo en el capítulo de  infraestructuras. La paralización de las obras del último tramo de circunvalación es algo que no se puede permitir bajo ningún concepto. El cierre de esta ronda es una necesidad económica y social, no sólo para Burgos, sino para todos los españoles, tal como afirmó el señor Escribano. Por eso, espero que en septiembre, cuando se inicie el nuevo curso político, y alguien de Fomento venga a esta ciudad, tal como ha anunciado el PSOE de Burgos, traiga en el maletín algo más que explicaciones.

Publicado el 30 de julio de 2010 a las 14:30.

¿Cómo es posible que tras la comparecencia del ministro de Fomento, José Blanco, el jueves 22 en la Comisión de Fomento, el grupo parlamentario socialista en el Congreso de los Diputados afirme que “Castilla y León ha recibido hoy una buena noticia ya que el Ministerio de Fomento mantiene la práctica totalidad de los contratos de obra nueva que tenía previstos en la Comunidad”?

Seamos serios, por favor, y no minimicen las consecuencias del denominado ‘plan de austeridad’ del señor Blanco en Castilla y León, especialmente en las provincias de Burgos y Palencia, donde “tan sólo”, dicen los socialistas, se rescinden cuatro convenios que afectan a tramos de infraestructuras públicas: en la autovía A-11, la variante de Aranda de Duero; en la circunvalación de Burgos, el tramo entre Villalbilla y Quintanadueñas; en la autovía A-73, los tramos Pedrosa de Valdelucio-Bascones de Valdivia y Bascones de Valdivia-Aguilar de Campoo y, en alta velocidad, los tramos Palencia-Amusco, Amusco-Marcilla de Campos y Marcilla de Campos-Villaprovedo, que quedan pendientes de licitación público-privada.

Ése “tan sólo”, señor Blanco, suena a guasa. En Burgos, el anuncio de la cancelación de estos contratos ha caído como un jarro de agua fría. No sólo se puede criticar al Ministerio de Fomento que no haya impulsado ningún nuevo proyecto para Burgos durante el Gobierno de Zapatero, sino que se rescinden actuaciones en curso de gran importancia para esta ciudad como es el contrato de obra nueva correspondiente al tramo Villalbilla-Quintanadueñas -cuyas obras están muy avanzadas-, que permitirá completar la circunvalación de Burgos, una infraestructura que ya ha acumulado demasiados años de retraso. ¡Menos mal que Blanco dijo en su intervención que en el caso de carreteras se iban a priorizar las obras con “un muy avanzado grado de ejecución”!

Publicado el 22 de julio de 2010 a las 22:45.

El Estado ha encargado, o lo hará próximamente, un estudio informativo con el fin de "recopilar y analizar los datos que permitan definir distintas alternativas de una vía de alta capacidad y libre de peaje entre Burgos y Miranda y que permita la continuidad de la autovía A-1 desde Burgos hasta entroncar con la actual A-1 al norte de Miranda, y asimismo recoger los datos necesarios para decidir de manera fundamentada acerca de la alternativa óptima".

Según la Subdelegación del Gobierno, dentro de las alternativas que se planteen deberá analizarse el aprovechamiento de la N-1 y la liberación del peaje de la autopista AP-1, con las correspondientes obras que pudieran ser necesarias para la ampliación de su capacidad.

Lo llamativo del asunto es que habrá que esperar, nada más y nada menos que dos años, para que el Estado ponga sobre la mesa una solución al corredor de la N-1/AP-1 entre Burgos y Miranda de Ebro. Y menos mal que existe el ‘Plan Garoña', que según el Gobierno va a permitir "adelantar" la solución para dicha carretera.

El anuncio realizado hace unos días en Miranda por el secretario de Estado de Planificación e Infraestructuras del Ministerio de Fomento, Víctor Morlán, relativo a la próxima licitación de ese estudio informativo que analice las distintas soluciones al citado corredor, casi coincide en el tiempo con la presentación de las conclusiones de un estudio que, a petición de la Asociación Plan Estratégico Ciudad de Burgos, ha realizado la Empresa de Base Tecnológica de la Universidad de Burgos Ingeniería e Investigación del Terreno, S.L., sobre la autopista AP-1, entre Burgos y Armiñón.

Haría bien el Ministerio de Fomento en, al menos, estudiar a fondo dicho informe; quizá se pudiera así ganar algo de tiempo en articular una solución a un problema que lleva camino de convertirse en otra de las muchas interminables historias de esta provincia.

Publicado el 3 de mayo de 2010 a las 12:00.

El 20 de noviembre de 2009, el Consejo de Ministros daba luz verde al ‘Plan de dinamización económica y de medidas para el empleo para la zona de influencia de la central nuclear de Santa María de Garoña.

Dicho plan, cuyo ámbito de actuación es el área de influencia de la central -integrada por municipios que se encuentran a una distancia de hasta 30 kilómetros de la misma-, contempla, entre otras, actuaciones en materia de carreteras. En el capítulo de infraestructuras queda bien claro que una de las medidas previstas por el Gobierno central es la conversión en autovía de la carretera N- I, en el tramo comprendido entre Burgos y Miranda de Ebro, 80 kilómetros, con un coste estimado superior a los 650 millones.

Dice el Gobierno que las actuaciones administrativas relativas a esta medida, “se priorizarán y acelerarán para hacer posible la licitación de la redacción del Estudio Informativo a principios de 2010, con un coste estimativo de 2,25 millones de euros. Subrayo ‘a principios de 2010’.

La alternativa propuesta desde Madrid a la autopista de peaje, la conversión en autovía de la N-1, se trata, sin duda, de una actuación de gran relevancia, pero que llega tarde y que tardará demasiados años, entre diez y quince, siendo optimistas, en ser una realidad.

Mientras tanto, la N-1 seguirá soportando parches e intervenciones aisladas y seguirá en la estadística de las vías con mayor siniestralidad entre los usuarios.

Los Ayuntamientos de las localidades afectadas por la N-1 en el corredor Burgos-Miranda reivindican con carácter “de urgencia” la liberalización de la autopista A-1 “como única medida que tanto por tiempo como por forma puede solucionar el grave problema del tráfico de esta carretera”.

Los gobiernos de turno se han dedicado durante sus legislaturas a marear la perdiz y dar largas, relegando al último cajón de sus despachos la carpeta sobre la N-1, Burgos-Miranda. Ya es hora de poner las cartas sobre la mesa e iniciar la partida definitiva en torno a esta carretera.

Publicado el 29 de enero de 2010 a las 14:00.