Archivado en: Burgos, provincia, Espacio Tangente
(Como de bien nacidos es ser agradecidos, un saludo a todos los internautas que han tenido el detalle de dedicar unos minutos de su tiempo a leer las líneas con las que estrené blog.
Guillermo, recojo la invitación y Esquivias protagonizará mi recomendación esta semana. Ultimoparri, entre todos intentaremos que el mundo sea menos ‘jodido’. Burggales, dices bien, se da por sabido, y en eso nos afanamos todos los días. Francisco José, al leer tu comentario también me invade la nostalgia, ¡cuántos cangrejos y qué gordos pesqué de pequeña con mi padre en un río de Losa! Atapuerques, ¿quién cuida de Burgos? Creo que todos, cada uno de nosotros y en nuestro respectivo ámbito, debemos hacerlo. Leandro, raúl, rafmk, seguimos en contacto.)
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Allá por el mes de mayo del año pasado, mi buen amigo Elías Rubio Marcos, hombre enamorado hasta los tuétanos de la provincia, su paisaje y sus pueblos, y autor de varios libros sobre la misma, me presentaba ‘El mapa de las tierras de Burgos’, una iniciativa con la que pretende cumplir con un sueño de muchos años. Confieso que la idea me entusiasmó. Una, que es de capital, se escapa al pueblo siempre que puede. Unas veces al precioso Valle de Losa y otras a la comarca de Odra Pisuerga. (Otro día les hablaré del por qué de estas escapadas y de lo que allí podemos encontrar.)
Lo que Elías intenta es reunir tierra de los más de 1.240 pueblos que forman el mapa de Burgos, introducir una pequeña porción en un vial y pegarlo en el lugar del mapa correspondiente. ¡Y vaya si lo está consiguiendo! Cientos de personas nos hemos subido al carro y hemos recogido dos puñados de tierra de nuestros pueblos para rellenar el mapa. Y lo hemos hecho porque creemos en esta provincia y en esa ‘comunión entre el hombre y la tierra’ que destaca Rubio.
Con la tierra sobrante, el promotor de la idea quiere plantar una encina, el Árbol de la Provincia y ‘reina y señora de los bosques burgaleses’, en algún lugar todavía por determinar, “como representante de un pueblo que, en lugar de separar, puede unir, que no pretende ser distinto a los demás, sino igual”, me explica Elías. Añade que “así, las pisadas y memoria de tantos miles, ¿o millones? de burgaleses, vivos y desaparecidos, estarán dando aliento a una encina que crecerá para recordarnos lo que en verdad somos”.
‘El mapa de las tierras de Burgos’ se fragua y se exhibe en el Espacio Tangente de la capital burgalesa, c/Valentín Jalón, 10 bajo, y todavía espera algún que otro puñado de tierra para completar su contorno. La lista de los pueblos entregados está expuesta en dicho centro artístico, para evitar muestras repetidas. Así es que, si es amante de la naturaleza, aproveche la próxima salida al campo o escapada a la montaña, acérquese a alguno de los pueblos pendientes y súmese al homenaje que mi amigo Elías rinde a la Madre Tierra. ¡Ya solo quedan 160 pueblos!
Publicado el 2 de febrero de 2009 a las 12:30.
