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Castilla y León forma parte del grupo de comunidades autónomas con menor dinamismo geográfico, junto a las de la cornisa cantábrica y Extremadura, sin haber variado su posición en el ranking poblacional.
Entre los años 2007 y 2008, su población apenas ha aumentado un 1,14% frente al 2,12% nacional. De las 17 Comunidades Autónomas, Asturias y Castilla y León son las que han perdido en términos relativos más residentes autóctonos, en torno a un 0,25%, pero en cifras absolutas el saldo negativo de la segunda (-6.108) es el mayor de toda España.
Ésta es una de las conclusiones que contiene el informe sobre la situación económica y social de Castilla y León en 2008, elaborado por el Consejo Económico y Social (CES). Un detallado estudio sobre la realidad de una región que tiene en la despoblación y en el elevado índice de envejecimiento uno de sus principales problemas de futuro. Burgos, Valladolid, Ávila y Soria, por ejemplo, ocupan los puestos del 32 al 38 en el ranking de las provincias españolas con menor crecimiento entre 2001 y 2008, pero Palencia, Zamora, León y Salamanca son cuatro de las ocho provincias españolas con menor crecimiento en dicho periodo. La mejor posicionada es Segovia, en el puesto 19.
Esta es la realidad, pero el futuro, no se presenta muy esperanzador. “En Castilla y León los datos son preocupantes, confirmando los efectos negativos de la excesiva dependencia del aporte exógeno en la evolución demográfica -subraya el CES-. Teniendo en cuenta que cuanto más se alargue la crisis económica, el saldo migratorio será menor, uniéndose a la caída de los flujos de llegada un incremento de los de salida, todavía escasos, las perspectivas no pueden ser muy optimistas”.
El informe del CES evidencia, por tanto, la necesidad de potenciar por un lado la natalidad regional y, por otro, frenar la emigración de la población autóctona.
Publicado el 8 de julio de 2009 a las 20:30.