Comenzó el espectáculo. Ni circense ni musical, sino político, el lamentable espectáculo político. A siete meses de que se celebren las elecciones municipales y autonómicas, los políticos de los diferentes partidos suben el tono de su discurso y las batallas dialécticas se suceden un día sí y otro también. Cualquier asunto, proyecto, actuación o expediente da pie al lanzamiento de dardos envenenados entre Gobierno y oposición.
El portavoz del equipo de Gobierno, Javier Lacalle, criticaba esta semana la “radicalidad” en la que se ha instalado el Partido Socialista, al que le pedía una reflexión en el sentido de que “no siga por ese camino”, que deje de “enfangar la política”, que “nos deje seguir trabajando para rematar los proyectos pendientes y necesarios para la ciudad” y que sea más riguroso en sus apreciaciones.
Por su parte, el concejal socialista Antonio Fernández Santos volvía a poner el acento “en la presunta corrupción generada en el Instituto Municipal de Cultura y Turismo por su presidente, el concejal Diego Fernández Malvido”, en relación con un expediente de reconocimiento extrajudicial de crédito aprobado la semana pasada por el Consejo del IMC para hacer frente al pago de tres facturas por importe de 40.000 euros relativas a gastos de la gala fin de año 2009. Y para disipar cualquier duda presentó ante los medios de comunicación informes del gerente del IMC, de Intervención General y de la Administración General del IMC, que reconocen “la irregular tramitación” de dicho expediente. El edil socialista no se quedó ahí y denunció también públicamente una “presunta ilegalidad en la modificación del contrato de urbanización de las calles Santander y Concordia” y “un cúmulo de irregularidades” en el proyecto del Pabellón Arena.
Tras las denuncias públicas, los socialistas han anunciado que acudirán a los tribunales.
Publicado el 29 de octubre de 2010 a las 13:30.