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Al hilo de la convocatoria del VII Congreso provincial de Nuevas Generaciones de Burgos, programado para el próximo 13 de febrero, vuelvo a preguntarme qué mueve a un chaval de 18, 20, 22 y pocos más años a meterse en política. Hasta ahora, ninguna respuesta de las presentadas me ha resultado convincente y, menos mal que ya no pecan de ingenuos y se han olvidado en su discurso eso de que quieren cambiar el mundo o la sociedad.
Muchos de estos jóvenes cachorros miran a sus líderes y descubren que la política se ha convertido para un gran número de personas en una forma fácil de ganarse la vida, ya que son muchos los políticos que han hecho de la actividad política su profesión.
El interés que genera la política en la inmensa mayoría de nuestros jóvenes es escaso, pasan del tema, desconfían de los políticos, les aburren las informaciones de carácter político, creen que los partidos solo se acuerdan de ellos cuando se aproximan las elecciones, pero aún así hay jóvenes dispuestos a partirse el lomo por unos ideales... o quien sabe si por algo más. El hecho de que a la presidencia de Nuevas Generaciones de Burgos haya ya dos candidaturas revela que las luchas intestinas por el poder político, aún en segundo plano, comienzan desde los primeros estamentos.
Publicado el 11 de enero de 2010 a las 20:00.
