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La ‘calle ensanchada' diseñada por el arquitecto catalán Albert Viaplana para la Plaza Mayor de Burgos se está quedando sin sus elementos más identificativos.
Primero, el Ayuntamiento del PP, al que le gusta muy poco el proyecto de remodelación de la emblemática plaza gestado durante la etapa de gobierno del PSOE, decidió actuar sobre la peana en la que reposa la estatua de Carlos III y, ahora, lo hace con las farolas. En 2006, los populares decidieron sustituir el moderno pedestal de hierro ‘made' por Viaplana, por uno más parecido al antiguo y ahora, cuatro años después, ha comenzado a intervenir en materia de iluminación. Las elevadas farolas que atraviesan la plaza, negras en origen y de color plata actualmente tras la correspondiente capa de pintura a que fueron sometidas por orden del actual equipo de Gobierno municipal, serán sustituidas por otras de corte más clásico. El desmontaje ya ha comenzado y la colocación de las nuevas también, como puede observarse en la imagen.
Personalmente creo que más que las farolas, los bancos, los ascensores de acceso al aparcamiento subterráneo, el pedestal y otros elementos del mobiliario urbano, el gran problema de la Plaza Mayor de Burgos es el pavimento, ese horrible ladrillo rojo, técnicamente conocido como ‘clinker', que un día sí y otro también debe ser objeto de reparación con el consiguiente gasto económico para las arcas municipales, o sea para todos nuestros bolsillos. ¿No se sabía cuándo se colocó que no era el material más adecuado para una ciudad como Burgos y una zona de tanto tránsito como es la Plaza Mayor? Además, no creo que sea éste el momento más adecuado para gastarse 70.000 euros en un cambio de farolas. Creo que la ciudad tiene otras prioridades.
Publicado el 27 de abril de 2010 a las 17:30.