Termina 2013, un año que deja más sombras que luces, más nubarrones que claros, y que deseamos pase a la historia como el que marcó el principio del fin de una crisis que se prolonga excesivamente en el tiempo y cuyas consecuencias observamos cada día en nuestro entorno más próximo.
Cambiamos de calendario y queremos pensar (y escribo en plural, porque creo que es un deseo compartido), necesitamos hacerlo, que estamos ya en el camino de la recuperación económica, que ya hemos tocado fondo, que atrás quedan las políticas de ajustes estructurales llevadas a cabo para reducir gastos en sectores tan importantes como el de la sanidad y la educación, por no hablar del maltrecho mercado laboral.
Queremos pensar, necesitamos hacerlo, que esa mejora de las magnitudes macroeconómicas en España de la que ya se habla va a tener la relevancia suficiente para su traslado a las familias, aunque mucho me temo que tardará todavía un tiempo en que eso ocurra.
Queremos pensar, necesitamos hacerlo, que empezar el nuevo año con ilusión, confianza y esperanza nos dará las fuerzas suficientes para que los propósitos, objetivos y proyectos que nos marquemos al son de las doce campanadas se materialicen a lo largo de los próximos doce meses.
Queremos pensar, necesitamos hacerlo, que 2014 será un año lleno de oportunidades, que el consumo va a repuntar y que la creación de empleo nos va a dar muchos titulares, al igual que la reactivación de la economía.
Por ustedes, y por un año nuevo repleto de buenas noticias, trabajo, prosperidad y, sobre todo, salud, brindaremos esta Nochevieja todo el equipo de Gente en Burgos.
Será un tópico, pero de corazón, les deseo un muy feliz y próspero 2014.
Publicado el 29 de diciembre de 2013 a las 20:45.