Siempre con las víctimas del terrorismo
La del 20 de octubre de 2011 será una de esas fechas de las calificadas ‘históricas’. A última hora de la tarde, ETA, con su habitual puesta en escena, anunciaba a través de tres de sus miembros, encapuchados como siempre,“el cese definitivo de su actividad armada”.
Las reacciones en el ámbito nacional e internacional no se han hecho esperar. Tampoco en Burgos, una ciudad golpeada en más de una ocasión por los zarpazos del terrorismo. La última hace dos años, contra la casa cuartel de la Guardia Civil.
Tanto el presidente del Gobierno como los líderes de los principales partidos políticos han coincidido al mostrar su satisfacción por la decisión de ETA de cesar definitivamente su actividad armada.
Satisfacción que todos los demócratas debemos compartir. Sin embargo, la declaración de ETA se olvida de las 829 víctimas mortales y de los 38 secuestros que la banda tiene a sus espaldas.Sí en cambio rinde homenaje a los compañeros que “la crudeza de la lucha se ha llevado para siempre” y a los que “están sufriendo la cárcel o el exilio”.
Dice el presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, que le falta información para poder distinguir, “en la retórica criminal de ETA, la posible diferencia que pueda existir entre este anuncio de ‘cese definitivo de su actividad armada’ y sus anteriores anuncios de ‘alto el fuego permanente’ o de ‘tregua indefinida y sin condiciones’, que todos recordamos con tanta amargura, dolor y frustación”. A mí también me falta información. O me sobra. ETA, en su declaración, deja claro que los gobiernos de España y Francia deben abrir “un proceso de diálogo directo que tenga por objetivo la resolución de las consecuencias del conflicto y, así, la superación de la confrontación armada”. Cuando se tienen las manos manchadas de sangre, cualquier pretensión política está fuera de lugar.
Hoy más que nunca, nuestra solidaridad con todas las víctimas del terrorismo.
Publicado el 25 de octubre de 2011 a las 12:30.