Pasen una Feliz Navidad
Traspasada la jornada de los tópicos, por aquello de que el 22 de diciembre se convierte en el ‘día de la salud’ para todas aquellas personas a las que el Sorteo Extraordinario de Navidad les ha sido esquivo, entramos de lleno en la vorágine que conllevan las celebraciones navideñas. La urbe se redecora con brillantes luces; las tiendas engalanan sus escaparates en la mayor invitación al consumo del año; familiares y amigos se reúnen en torno a las tradicionales comidas y cenas; los más pequeños de la casa ultiman sus cartas a los Reyes Magos; los más privilegiados se obsequian con algún viaje a lugares exóticos y cada uno en su fuero interno hace balance del año que concluye y empieza a redactar su lista de proyectos para el próximo.
Me llega un mail con una interesante reflexión sobre ‘el espíritu de la Navidad’ y no puedo cuando menos volver a plantearme el mismo interrogante que año tras año por estas fechas se instala en mi interior y me hace retroceder a la infancia. Reconozco que no es la época del año que más me agrade; sí lo era siendo niña: Navidades con los abuelos; adornando el árbol; confeccionando y coloreando los Christmas que luego enviaríamos a la familia; debutando como abeto en la función escolar; disfrutando de la mágica noche del 5 de enero... Definitivamente, las Navidades ya no son lo que eran.
El pasado lunes día 20, Cáritas Diocesana de Burgos presentaba su campaña de Navidad y nos invitaba a vivir estos días con fraternidad y compromiso, en un momento de especiales dificultades para tantas personas vulnerables ante los efectos sociales de la crisis. Recordando sus palabras, “todos somos vecinos, hermanos’, pasen una Feliz Navidad.
Publicado el 23 de diciembre de 2010 a las 13:15.