¿El tamaño es lo que importa?
El Diccionario de la Lengua Española de la Real Academia Española define la palabra ‘integración’ como “acción y efecto de integrar o integrarse”. Buscamos la definición de ‘integrar’ y leemos “constituir las partes un todo” y “completar un todo con las partes que faltaban”.
Si lo que nos interesa es saber el significado de la palabra ‘fusión’, el mismo diccionario define este concepto en los siguientes términos: “efecto de fundir o fundirse”, “unión de intereses, ideas o partidos”.
Fusión, integración….integración, fusión. ¿Acaso, a la larga, no conducen ambas al mismo punto?
El denominado Protocolo de Integración Contractual de las Cajas de Ahorro de Castilla y León, impulsado por los partidos políticos mayoritarios PP y el PSOE, aspira a implantar en Castilla y León un nuevo sistema financiero articulado en torno a un resultante ‘Grupo Contractual de Cajas’ que impulse la economía regional y permita mayores posibilidades a la hora de captar recursos en los mercados internacionales, donde según dicen los políticos, las entidades de menor tamaño se verán penalizadas.
Hasta aquí, nada que objetar. Lo que menos me gusta de todo este proceso es que quienes deberían ser los auténticos protagonistas del mismo, las Cajas, están siguiendo la ‘hoja ruta’ que les marcan otros, porque hasta la fecha, el ruido ha venido del mismo patio. Ahí está ese acuerdo político-social entre partidos políticos y agentes económicos y sociales rubricado en las Cortes de Castilla y León el día 3 de febrero entre PP, PSOE, IU, CECALE, CCOO y CSICA. Dejémos que las Cajas se tomen su tiempo, que sus Consejos de Administración estudien sin presiones el documento y que sus miembros voten en consecuencia sin olvidar los intereses de todos, pequeños impositores incluidos. UGT se ha quedado fuera de este pacto político, sindical y empresarial y ha instado a la Federación de Cajas de Ahorro de Castilla y León que lidere el proceso.
El pasado día 30 de enero, Cajacírculo celebraba sesión de su Consejo de Administración (imagen superior) para adoptar una decisión respecto al ‘Protocolo’. Ha sido la única en cumplir con el compromiso adquirido el 22 de diciembre de 2008 por las entidades miembros de la Federación de Cajas de Ahorro de Castilla y León, para celebrar sus respectivos Consejos el 30 de enero. Está previsto que la Federación de Cajas de Ahorro de Castilla y León vuelva a reunirse el día 6 de febrero, para acordar la fecha en la que emitirán su veredicto.
Cajacírculo ya ha decidido. Sus diecisiete consejeros –a excepción de los cinco del PP y del PSOE que acordaron no hacerlo– votaron el pasado viernes mediante voto secreto ante notario, que recogió los sufragios en sobre cerrado y será depositario de los mismos para hacerlos públicos al mismo tiempo que el resto de las Cajas de Ahorro de Castilla y León. El resultado de la votación, por tanto, nadie lo sabe, pero todo el mundo lo intuye. La prudencia, como en tantos otros casos, es obligada y no seré yo quien en este tema adelante posibles titulares. Bastante incertidumbre hay ya en la sociedad, y especialmente en Burgos, sede de dos entidades tan solventes como Cajacírculo y Caja de Burgos. Precisamente, un ejemplo más de esa inquietud social que se ha generado son las cerca de 34.000 firmas contrarias a la integración que el presidente de la Federación de Empresarios de Comercio de Burgos, FEC, Jesús Ojeda, entregó el día 3 al delegado territorial de la Junta, Jaime Mateu, fruto de la campaña iniciada el pasado mes de noviembre.
Repito, dejémos que las Cajas se tomen su tiempo, que sus Consejos de Administración estudien sin presiones el documento y que sus miembros voten en consecuencia sin olvidar los intereses de todos, pequeños impositores incluidos.
Publicado el 4 de febrero de 2009 a las 11:30.